El laboratorio estadounidense Merck aseguró que su nueva píldora contra la covid-19 (Molnupiravir), que logra disminuir la capacidad del virus para replicarse si se ingiere dentro de los primeros días tras la aparición de los síntomas, tendrá una distribución simultánea entre países ricos y pobres.
"Hay muy buenas posibilidades de que haya un acceso más equitativo a esta droga que lo que hemos visto hasta ahora", adelantó Paul Schaper, director de estrategia global de la compañía, en referencia a la desigual distribución de las vacunas contra el coronavirus.
Según detalló, Merck tiene convenios con ocho socios productores de genéricos en India y firmó un acuerdo de licencia voluntaria con el Medicines Patent Pool (MPP), respaldado por Naciones Unidas, para facilitar el acceso al tratamiento en 105 países de ingresos bajos y medios.
El objetivo al que aspira la farmacéutica, afirmó Schaper, es fabricar antes de fin de año las dosis necesarias para 10 millones de tratamientos, por lo cual "en el primer y segundo trimestre de 2022 tendremos una cantidad significativa de productos de Merck disponibles en países de ingresos medios y bajos".
"Habrá necesidad de tratamientos (...) sobre todo en áreas donde una pequeña proporción de la población esté vacunada", reconoció el directivo, quien señaló que la compañía comenzó a pergeñar su estrategia de distribución en julio de 2020, mucho antes de los primeros resultados acerca de la eficacia de su píldora.
El precio al que se venderán estas píldoras, en tanto, dependerá de la capacidad de pago de los países, según parámetros definidos por el Banco Mundial.
El medicamento ha sido bautizado como Molnupiravir, una referencia al nombre del martillo del dios Thor de la mitología noruega.
La semana pasada, el Reino Unido se convirtió en el primer país en permitir este tratamiento antiviral que requiere, para su administración, apenas de un vaso de agua.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA), por su parte, comenzó también el lunes pasado una revisión de los datos disponibles con el objetivo de agilizar su eventual uso de emergencia antes de su autorización final.