En los últimos cuatro meses hubo bajas consecutivas en el precio de la carne, acumulando una caida del 3 por ciento. En octubre se registró un movimiento heterogéneo dentro de la canasta de cortes vacunos: los “económicos” retrocedieron 1 por ciento, mientras que el promedio ponderado total de cortes lo hizo en un 0,4 por ciento, según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
En junio el gobierno limitó las exportaciones de carne luego de que se registraran aumentos de más del ciento por ciento. "Las medidas lograron desacelerar las variaciones de los principales cortes, aunque aún continúan, en términos interanuales, por encima del nivel general de precios de la economía (52,5 por ciento, según el último índice de precios al consumidor difundido por el Indec)", explica el informe de CEPA. A la cabeza de los aumentos sobresalen cortes de alto consumo popular como el asado (73,1 por ciento), vacío (75,6) y matambre (69,7).
El informe registra que la carne en mostrador aumentó 71 por ciento interanual, mientras que en hacienda el aumento fue de 76,3 por ciento. Estos datos superan ampliamente la inflación (52,5 por ciento) con lo que resulta difícil sostener el argumento de pérdida de rentabilidad en el sector.
Con la limitación de exportaciones, ya levantada salvo para un conjunto de cortes populares, el precio de la hacienda bajó 1 por ciento, en tanto se estabilizó el precio en mostrador, con alzas del 5 por ciento en el período. La disociación entre los costos y los precios al mostrador es un fuerte indicio de que la cadena no ha perdido rentabilidad en lo que va del año.
Hernán Letcher, director de CEPA, explicó a este medio que "la medida de restricción de exportaciones funciona. Evidentemente eso estaba generando presión sobre el precio. No es de esperar que funcione eternamente, con lo cual hay que seguir de cerca la producción. Si hay aumento de producción porque las políticas de promoción de engorde funcionan eso va a darle estabilidad a la política de precios en el sector cárnico". "Ahora bien- continúa-, a mi lo que me preocupa es que en la primera semana de noviembre hubo un incremento de entre el 5 y el 7 por ciento del precio de la hacienda en pie en Liniers y por ende, en el valor de compra de la carnicería. Todavía no tenemos datos de si eso se fue a precio porque fue en la primera semana de noviembre, pero es bastante probable que termine en mostrador. Puede tener que ver en parte con la estacionalidad porque en esta época el animal engorda con una pastura de menor calidad entonces baja la oferta, pero no es menos cierto que en ese escenario puede haber remarcaciones vinculadas a especulación lisa y llana".
El impacto de la medida también puede verse en el precio de los productos sustitutos. En octubre, el pollo mostró un incremento de 1,2 por ciento. Si se analiza la cantidad de kilos de pollo fresco que se pueden comprar con un kilo del corte vacuno más consumido (el asado), se observa que previo a las medidas, el asado se había revalorizado fuertemente en relación al pollo. La brecha entre ambos productos llegó a ser de casi 4 kilogramos en junio. Esta relación se redujo a 3,35 kilos de pollo por kilo de asado a octubre, como resultado de la reducción del precio de la carne vacuna y el leve aumento de pollo.