En octubre una familia porteña necesitó 112.935,24 pesos para ser considerada de clase media, sin contar el monto destinado al alquiler, porque la estadística toma como modelo una familia con dos hijos en edad escolar y propietaria de una vivienda. Así lo sañaló el informe de líneas de pobreza y canastas de consumo de la Dirección General de Estadísticas y Censos de la Ciudad de Buenos Aires.

Esa misma familia necesitó 72.601 pesos para alcanzar la canasta básica total y no ser considerada pobre, siempre sin tener en cuenta el alquiler. La línea de pobreza se elevó 23.377 pesos en un año, lo que representa un 47,5 por ciento interanua. El salario mínimo vital y móvil fijado en 32.000 pesos para octubre no alcanza para cubrir esa canasta. En septiembre se habían requerido 70.049 pesos para adquirir esa canasta, lo que representa un aumento intermensual de 3,6 por ciento.

Para adquirir la canasta de alimentos básicos que marca la línea de indigencia se necesitaron en octubre 38.306 pesos. Son 12.608 pesos más que el año anterior, lo que representa un aumento del 49 por ciento interanual, según el informe. En septiembre una familia tipo había necesitado 36.891 pesos para alcanzar la canasta básica alimentaria, lo que muestra un aumento intermensual del 3,8 por ciento.

Para una pareja de 25 años, económicamente activa y no propietarios de vivienda, el costo de la canasta fue de 48.982 pesos, mientras que la alimentaria se ubicó en 23.235 pesos. En 2020 necesitaron 34.036 pesos y 15.587 pesos, respectivamente. Esto muestra un aumento interanual de 43 por ciento en la canasta total y 49 por ciento en la alimentaria.

En cuanto a los jubilados, el informe sostuvo que un hogar de adultos mayores económicamente inactivos pero propietarios de la vivienda debió obtener mensualmente al menos 35.698 pesos para no ser pobres. La jubilación mínima se ubica en 25.922 pesos. La canasta básica alimentaria, que establece la línea de indigencia, fue para ese hogar de 19.341 pesos el mes pasado.

El informe establece los criterios de estratificación social que toma el distrito para delimitar los niveles socioeconómicos en base a los ingresos. Entre ellos, no solo los ya mencionados para pobreza, indigencia y clase media, sino que también estableció el criterio de la clase media "frágil", que lo integran las familias con ingresos de entre 90.348,19 y 112.935,23 pesos. Para que una familia sea considerada acomodada, sus ingresos deben ser superiores a 361.392,76.

Todavía no están los datos de la canasta básica total de Indec del mes de octubre, sin embargo, en el mes de septiembre el resultado fue que una familia compuesta de dos adultos y dos niños (sin el costo de un alquiler de las viviendas) requirió de 70.532 pesos para no ser considerada pobre. Cuando el salario mínimo vital y móvil para el mes de septiembre era de 29.160 pesos.