El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó este miércoles una ley que habilita nuevas sanciones contra el gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua. La Casa Blanca anunció en un comunicado que Biden promulgó la llamada ley para Reforzar el Cumplimiento de Condiciones para la Reforma Electoral en Nicaragua (Renacer, por sus siglas en inglés) que hace seis días fue totalmente aprobada en el Congreso de Estados Unidos con el apoyo de demócratas y republicanos. Ortega, en el poder desde 2007, ganó el domingo un cuarto mandato consecutivo en un proceso electoral con opositores presos y decenas de miles de exiliados.
La ley Renacer "impone sanciones al gobierno del presidente nicaragüense Daniel Ortega", informó la Casa Blanca, destacando que permite "restringir los préstamos bancarios multilaterales y combatir la corrupción del régimen". El Ejecutivo agradeció el "liderazgo" de los legisladores que impulsaron la medida. Entre ellos están Dick Durbin, el demócrata número dos de la Cámara Alta, y el también demócrata Bob Menéndez, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, además de los senadores republicanos Marco Rubio y Ted Cruz.
La iniciativa incluye un arsenal de medidas para incrementar la presión sobre Managua. Requiere aumentar, en coordinación con Canadá, la Unión Europea y países latinoamericanos y caribeños, las sanciones selectivas de Estados Unidos a personas involucradas en abusos de derechos humanos y obstrucción de elecciones libres. Además amplía la supervisión de los préstamos de las instituciones financieras internacionales a Managua, y pide revisar la participación de Nicaragua en el pacto de libre comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana.
Por otra parte, la ley suma a Nicaragua a la lista de países centroamericanos sujetos a restricciones de visa por corrupción, y requiere más informes de inteligencia sobre las actividades del gobierno ruso en el país centroamericano, incluyendo reportes sobre las ventas militares de Moscú a Managua.
Estados Unidos ya impuso en los últimos años sanciones económicas a Rosario Murillo, esposa de Ortega y vicepresidenta de Nicaragua, y a tres de los hijos de la pareja, así como a titulares del Banco Central, la Policía y el Ejército. Este tipo de sanciones estadounidenses han dificultado que Nicaragua, uno de los países más pobres de América latina, salga de la depresión económica que atraviesa desde las protestas de 2018, que perjudicaron las inversiones nacionales y extranjeras y provocaron el colapso del turismo.
Ortega se impuso el domingo en unas elecciones presidenciales en las que no participaron sus principales rivales. El mandatario, que este jueves cumplirá 76 años, ha acusado a los líderes opositores de intentar derrocarlo con el apoyo de Estados Unidos.