Un novedoso proyecto de construcción solidaria se está desarrollando en Fiambalá, una localidad de alrededor de 5000 habitantes al oeste de Catamarca, muy cerca del límite con Chile.
La iniciativa nace ante la demanda constante de viviendas para mamás que crían solas: “Trabajamos mucho con estas mamás que necesitan darle un hogar a sus niñas y niños. Incluso todos nuestros programas de viviendas ponen la vivienda a nombre de la mujer”, comentó la intendenta de Fiambalá, Roxana Paulón.
El programa también apunta a familias jóvenes que recién se están constituyendo y necesitan vivir en su propio hogar. En principio integran el programa quince familias, en la mayoría de los casos se trata de familias monomarentales.
“La construcción se realiza 50 x 50. Las chicas aprenden la técnica del adobe y la vuelcan en un sistema solidario; son ellas las que hacen el adobe bloque por bloque”, explicó la intendenta.
Brenda es una mamá que integra el programa, cuenta que “esto surgió a partir de la necesidad de tener nuestros hogares y pensando en distintas estrategias surgió por parte del municipio la idea de por qué no construir nuestros propios adobes”, comentó.
“Para que este sueño sea posible es necesario que las familias estén dispuestas a cooperar entre sí, ya que se trata de un sistema solidario”, dijo.
“Es muy importante como las mujeres vamos aprendiendo en qué consiste la técnica del adobe. Para nosotras el aporte del municipio es fundamental porque la compra de materiales está a cargo de ellos y nosotras ponemos el esfuerzo humano”, explicó. Las mamás que conforman esta primera etapa del programa quedan de esta manera con un conocimiento de construcción ancestral en sus manos para futuros emprendimientos. “Somos familias completas que nos unimos para hacer este sueño realidad”, aseguró.
El proceso comienza con el traslado de la greda hacia el predio, en donde las mamás de cada familia junto a sus parejas en algunos casos y con el apoyo de técnicos del municipio comienzan a tratar el material. Se mezcla con agua para armar el barro, se lo pisa durante aproximadamente dos horas para lograr una consistencia adecuada para el trabajo, se le agrega arena para evitar el quiebre y luego se lo traslada en carretilla hacia donde se realizan los bloques de adobe con el material aún húmedo. Utilizan un molde de madera en el que se vuelca la mezcla y luego se quita el molde.
Bondades del adobe
Además de las bondades de aislamiento térmico, la construcción por adobe también es aislante acústico y de radiaciones electromagnéticas de alta frecuencia. Al ser elaborada de manera manual, no se exige consumo de energía, por lo tanto es de bajo costo. No utiliza ningún tipo de maquinaria, ni elemento químico aditivo, sino más bien materiales naturales. Sus materiales son todos reutilizables y biodegradables.