El domingo el electorado riojano votará para diputadas y diputados nacionales y provinciales. Hay 294.509 electores habilitados para votar. La Rioja debe renovar 2 de las cinco bancas en la Cámara Baja de la Nación, y 18 de las 36 que conforma la Legislatura Provincial: 8 en capital; 3 en el departamento Felipe Varela; 3 en Rosario Vera Peñaloza; 1 en Castro Barros, 1 en Facundo Quiroga, 1 en Sanagasta; y 1 en Vinchina.
Julio Sahad por el PRO y Danilo Flores por el Partido Justicialista (PJ) finalizan sus mandatos como legisladores nacionales. Actualmente el oficialismo tiene 3 de las 5 bancas nacionales en diputados. Si se repite el resultado de las PASO, el Frente de Todos ganaría una banca más y Juntos por el Cambio perdería la que tiene.
Para las diputaciones nacionales, el FdT va con Gabriela Pedrali (ministra de Desarrollo Social) y Ricardo Herrera (diputado provincial); la alianza entre Vamos La Rioja y Cambia La Rioja con Juan Amado y Luciana De León; y el Frente de la Izquierda y de los Trabajadores con Majo González y Martín Ángel.
En tanto que para diputados y diputadas provinciales, la lista del Frente con Todos está encabezada por la actual diputada Teresita Madera; mientras que por la lista opositora, una alianza de JxC y el Movimiento Norte grande, están el diputado radical Gustavo Galván y Teresita Luna, integrante del gabinete de la intendenta Brizuela y Doria. Por La Libertad Avanza, de Javier Milei, se postula Martín Menem y por el Frente de Izquierda Unidad, Carolina Goycochea.
En las PASO, el peronismo encabezado por el gobernador Ricardo Quintela ganó las elecciones con el 52% de los votos, por la que La Rioja fue una de las 5 provincias que acomapañó al Gobierno Nacional, mientras que JxC sacó el 23%.
Inés Brizuela y Doria, intendenta de la Capital y referente de la oposición, quien logró quedarse con el municipio capitalino sentando un precedente histórico por ser mujer y de la oposición, perdió en su propio territorio. Mientras que en 2019 sacó el 32,1% de los votos, en septiembre pasado alcanzó el 24,28%. Y si bien no se postulaba como candidata, las elecciones de medio término como son las primarias, representan un voto a la legitimación o no de la gestión gubernamental.
Uso electoral de los precarizados
En plena campaña electoral se desgastó la relación institucional entre la intendenta capitalina y el Gobernador por la determinación de la jefa comunal de pasar a planta permanente a más de 1800 empleados precarizados del municipio. La pelea sobre la distribución de los recursos para brindar los servicios y además afrontar el pago de salarios no es nueva como tampoco la alta precarización en el Estado. Las gestiones anteriores, incluida la del actual gobernador Ricardo Quintela, pasó por la misma situación. Entonces la negociación entre municipios y provincia era más complicada, porque no existía ley de coparticipación.
Consecuencia de la medida, y sin respaldo financiero de la provincia, el personal que pasó a planta permanente no pudo cobrar su salario. Hubo un acampe en la residencia del Gobernador para exigir el envío de recursos y luego de cinco días, en medio de acusaciones cruzadas, por actos de violencia en la puerta de la residencia con quemas de gomas, agresión a periodistas, los y las empleadas municipales se instalaron en la plaza principal de La Rioja, 25 de Mayo. Además, durante varios días no hubo recolección de residuos por una manifestación que bloqueó la salida de los camiones recolectores.
Mientras que desde el Gobierno municipal sostienen que la Provincia tiene el dinero para afrontar la nueva nómina salarial, el oficialismo adjudicó la decisión a una maniobra electoral para mejorar los resultados en las elecciones del próximo domingo y reiteró que enviaron los recursos que, por ley de coparticipación, le corresponden a la comuna de capital, y que el municipio es el encargado de usar esos recursos para pagarle los salarios a sus trabajadores.
En el medio, esperan respuestas un número importante de empleados precarizados, algunos de ellos con muchos años en esa situación.