El juez federal Martín Bava está dispuesto a ofrecer pelea ante los intentos de Mauricio Macri de correrlo de la causa en la que se investiga el espionaje a los familiares de los 44 tripulantes del ARA San Juan, el submarino que se hundió en noviembre de 2017. El magistrado anunció que viajará este viernes para estar presente en la audiencia que la Cámara Federal de Mar del Plata realizará para analizar su continuidad al frente del expediente.
Este jueves, cuando estaban finalizando las declaraciones testimoniales que tomó a pedido de la defensa del expresidente, Bava les dijo a las partes que el viernes estará en la audiencia ante la Cámara marplatense. "Voy a ejercer mi derecho de defensa", remarcó ante Pablo Lanusse, el defensor de Macri, que planteó su recusación en dos oportunidades.
El eje de la segunda recusación fue lo que sucedió en la audiencia del 28 de octubre, cuando Macri dijo que no podía declarar porque no le habían levantado el secreto. Para analizar lo sucedido ese día, la Cámara pidió la grabación de la audiencia y, según supo este diario, ya se reunieron los tres jueces que resolverán --Alejandro Tazza, Eduardo Jiménez y Santiago Martín-- para verla.
En el tribunal marplatense aún no recibieron ningún pedido del juez para participar de la audiencia --prevista para las 12.30 de este viernes--. Su presencia puede considerarse atípica porque, en general, en este tipo de incidentes participa el camarista que debe resolver y la parte que presentó la recusación. En Mar del Plata, no recuerdan precedentes de un caso en el que un juez haya pedido participar de la audiencia de recusación. "Si solicita estar presente, el tribunal resolverá en el momento", explicaron fuentes de la Cámara.
Macri armó un largo catálogo de acusaciones contra el juez para intentar correrlo de la causa. Entre otras cosas, dijo que prejuzgaba al decir que existió espionaje durante su gobierno y que había direccionado una imputación en su contra. La Cámara Federal de Mar del Plata desestimó esa recusación. Pero Macri y su abogado volvieron a la carga: ahora dicen que lo quiso hacer declarar aún sabiendo que podía estar violando la ley de inteligencia y que el juez perdió independencia. Concretamente Macri dice que Bava lo llamó a indagatoria para procesarlo antes de las elecciones.
Bava hizo un informe para rechazar la recusación de Macri. Allí negó cualquier animosidad contra el expresidente. “Nunca las discrepancias con las decisiones de un magistrado a cargo de una investigación, propias de las reglas y el sentido de un proceso penal, pueden conllevar a su apartamiento, so riesgo de afectar seriamente el buen funcionamiento del servicio de justicia y la garantía del juez natural”, resaltó el juez.
Después de realizar la audiencia en la que pidieron participar las querellas, la Cámara de Mar del Plata estará en condiciones de decir si Bava se mantiene al frente del expediente o no. La decisión podría conocerse en la tarde de este viernes o aplazarse hasta los primeros días de la semana próxima. En el tribunal, suelen reunirse los martes.
El futuro de la causa
Pese a los escollos, Bava logró indagar a Macri la semana pasada. El expresidente solo abrió la boca para chicanear al magistrado, lo que, para las querellas, evidenció que Macri únicamente pidió que levantaran el deber de guardar secreto para ganar tiempo. Bava debe ahora resolver la situación procesal del expresidente y de dos exdirectores operacionales de Contrainteligencia de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Martín Coste y Diego Dalmau Pereyra. Es poco probable que Bava diga si procesa, sobresee o le dicta la falta de mérito a Macri antes de que la Cámara Federal de Mar del Plata revise su recusación.
Este jueves, Bava le tomó declaración testimonial al exjefe de la Casa Militar José Luis Yofre y al exjefe de la custodia presidencial Alejandro Cecati. Los dos testigos fueron pedidos por Macri en un intento de afianzar su hipótesis de que, si la AFI produjo informes sobre los familiares de los submarinistas, fue porque estaba colaborando con la seguridad del presidente antes de una visita a Mar del Plata. Sin embargo, según fuentes que participaron de las declaraciones, lo que quedó en claro es que en las llamadas “avanzadas presidencias” la AFI daba reportes sobre la ubicación de hospitales, las posibles rutas de escape si había incidentes y, en tal caso, debía informar si podía existir un piquete. Nada indicaba que se sacara fotos para individualizar personas o que mandaran informes reseñando qué posición tenía cada familiar frente a la búsqueda del submarino, como consta en los documentos que son parte del expediente.
Bava subroga en Dolores desde marzo, cuando Alejo Ramos Padilla juró al frente del Juzgado Federal 1 de La Plata. Desde entonces, se hizo cargo de la investigación por el espionaje a los familiares del ARA San Juan. La causa se inició en septiembre del año pasado tras una denuncia de la interventora de la AFI, Cristina Caamaño, ante la Justicia Federal de Mar del Plata. El juez de esa jurisdicción, Santiago Inchausti, entendió que el caso del ARA San Juan debía investigarse dentro de una trama más amplia que tenía Ramos Padilla en Dolores y envió la causa, pese al rechazo del fiscal Daniel Adler. La Cámara marplatense convalidó la decisión de Inchausti.
El 1 de octubre pasado, Bava procesó a nueve personas por el espionaje sobre los parientes de los submarinistas y llamó a indagatoria a Macri, a quien tuvo que convocar en cuatro oportunidades hasta que finalmente pudo indagarlo. Según reconstruyó el juez, la AFI --desde su delegación Mar del Plata-- espió a los familiares para anticiparle al entonces presidente cuáles serían los reclamos que este colectivo haría públicos.