Con el cierre de este jueves en Merlo, terminó una campaña compleja para el oficialismo, pero con la misma foto con la que empezó: la del Frente de Todos en unidad. En el escenario estuvieron, además del presidente Alberto Fernández, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner --cuya presencia no se confirmó hasta último momento por la operación a la que fue sometida hace exactamente una semana-- el gobernador bonaerense, Axel Kicillof y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa. "En los dos años que quedan voy a dejar todo de mí para poder seguir mirando los ojos de cada argentino y argentina. Les pido que el domingo nos ayuden a construir el sueño de la Argentina que queremos", aseguró el Presidente.
Ahora solo resta esperar los resultados de los comicios. Desde el oficialismo tienen "moderado optimismo" acerca de lo que pueda suceder y esperan que en esta ocasión vayan a votar los cuatro millones de bonaerenses que no lo hicieron en las PASO. Confían en el trabajo territorial que realizaron en los últimos dos meses, con recorridas cara a cara de las que participaron ministros, candidatos y hasta el propio Presidente, y creen que la traducción de las necesidades que escuchaban en medidas concretas servirán para mejorar la performance.
El discurso de Alberto Fernández
"En las PASO nos encontramos que muchos argentinos y argentinas no nos acompañaron y decidí salir a escucharlos", reconoció Fernández, por eso indicó que comenzó a realizar bajadas al territorio en distintos barrios del conurbano bonarense y del país. "Fui escuchando y dándome cuenta de que todo el progreso que efectivamente ocurre, todavía no les llegó a todos", expresó. En ese sentido, explicó que las demandas que fue recogiendo, como la de la inflación, las convirtió en políticas específicas, como el congelamiento de precios que rige hasta enero o el de medicamentos, que fue anunciado esta semana.
En otro momento habló de la deuda que heredó del gobierno anterior y destacó que las negociaciones con los acreedores privados le ahorró al país 37 mil millones de dólares. De cara a la negociación con el FMI, puntualizó que "no lo voy a resolver en cinco minutos, porque el que lo resuelve así es porque le dio la razón al FMI en todo lo que pide. Y yo la razón se la doy a ustedes, así que me voy a tomar todo el tiempo que sea necesario".
Una imagen de la unidad
Los oradores de la jornada, marcada por la presencia de miles de militantes, fueron cuatro: arrancó a las 19 la candidata a diputada bonarense, Victoria Tolosa Paz, continuó Massa, luego Kicillof y, mientras caían los últimos rayos de sol, cerró el Presidente. Cristina, en tanto, se mantuvo sentada en su silla, entre Massa y Fernández, con quienes conversó por lo bajo en todo momento. Abajo del escenario estuvieron todas las figuras importantes del oficialismo y también las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo: Estela de Carlotto, Taty Almeida y Lita Boitano. Sentados uno al lado del otro se ubicaron el ministro del Interior, Eduardo de Pedro, y el presidente del bloque del FdT en Diputados, Máximo Kirchner.
A medida que llegaban, los funcionarios iban ingresando por un costado del parque y caminaban entre las personas hasta la primera fila de sillas, donde se debían acomodar para escuchar los discursos. Ese fue el caso del ministro de Economía, Martín Guzmán, y del ministro de Desarrollo, Matías Kulfas, que llegaron minutos antes que el Presidente y con solo uno o dos custodios se fundieron entre la gente que los frenaba y les pedía sacarse selfies. En el cielo se podían ver zeppelins que proclamaban "frentetodismo al palo", y había mucho merchandising como gorras, pilusos, remeras y banderas con el slogan del "SÍ", que propuso el catalán asesor del gobierno, Antoni Gutierrez Rubi. Junto a él, el Presidente armó el discurso que dio sobre el escenario.
Fernández llegó al predio al mismo tiempo que Massa y Kicillof, más tarde arribó Tolosa Paz, que venía de una recorrida en San Isidro, y unos 20 minutos después lo hizo la vicepresidenta. Antes de subir al escenario, CFK y Tolosa Paz conversaron en las escalinatas con Estela de Carlotto, y con las Madres Lita Boitano y Taty Almeida. El discurso de la candidata, que fue el primero, tuvo a la educación y la producción como pilares fundamentales, para marcar un contraste con Juntos. "Creemos en la capacidad productiva del pueblo de la PBA", afirmó y puntualizó que desde el gobierno van a “poner la Argentina de pie con la banca pública al servicio de quienes trabajan y producen". También hizo hincapié, en línea con el Presidente, en que el kirchnerismo ya levantó al país de una situación similar: “tenemos la memoria de un movimiento que ya sacó a la Argentina adelante con el proyecto de Néstor y Cristina, y lo vamos a volver a hacer", concluyó.
El segundo orador de la tarde fue Massa, que destacó los logros obtenidos por el Gobierno Nacional en estos dos años de gestión. “Somos conscientes que ese segundo derrumbe, que fue la pandemia, nos puso en la tarea de tener que evitar dolor, muertes”, dijo. Luego se refirió al expresidente Mauricio Macri para asegurar que el líder del PRO hipotecó el futuro de los argentinos con el préstamo que le otorgó el FMI. En esa línea, copió el slogan de Juntos, "Basta", y señaló: "Basta a la Argentina de la especulación financiera para decirle sí a la Argentina del trabajo. Digámosle basta a aquellos gobiernos que usan la deuda para pagarle a los bancos y digámosle sí a la Argentina del trabajo y desarrollo".
Un relanzamiento para la segunda mitad del gobierno
Más allá de las especulaciones y del resultado de la elección del domingo, el acto marcó un punto de inflexión para el FdT, un relanzamiento del espacio de cara a los dos años que quedan de mandato. Quien lo puso en palabras de manera explícita fue Kicillof: “el encuentro de hoy es el comienzo de una nueva etapa de la provincia y de Argentina. Lo que ocurrió estos dos últimos años con la pandemia ha sido terrible pero antes vino la peste del macrismo con un plan económico que sumado a la pandemia nos dejó seis años de crisis”, afirmó. La salida de esa crisis, para el gobernador, ya está en marcha, dado que “gracias a la vacunación y protección empieza a verse una enorme reactivación de la Argentina”.
Kicillof también dedicó unos minutos al tema de la inseguridad, que está en centro de la agenda por el asesinato del kioskero en Ramos Mejía. "La inseguridad y la violencia es algo grave", señaló, y apuntó a la oposición por utilizar el tema en campaña. “Tratan de lucrar con el dolor y la angustia, con la tragedia de familias argentinas. Nunca los que formamos el campo popular vamos a caer tan bajo como para lucrar con el dolor del otro”, dijo.
"Hay que salir al sol", sonaba de fondo en la voz de Fito Paez cuando culminaba el acto. Mientras tanto, el Presidente y la vice saludaban a las personas que se acercaron al pie del escenario, cada uno por su parte. En ese momento subieron las escaleras y también se sumaron a ellos De Pedro, el canciller Santiago Cafiero, el ministro de Desarrollo de PBA, Andrés Larroque, y Máximo Kirchner, que subió y bajó inmediatamente. La interacción con el público de la vicepresidenta fue constante. En reiteradas ocasiones los presentes le cantaron a lo que ella respondía con saludos y sonrisas. En otro momento también subió al escenario un nene que en sus manos tenía banderas de Argentina y le entregó una a cada uno de los referentes.
Los resultados del domingo marcarán el pulso y definirán cómo seguirá el gobierno en los próximos años. Con el resultado de las Paso como antecedente el oficialismo no espera grandes sorpresas, pero aspira a mejorar los resultados y sentir que cuentan con un mayor respaldo para encarar los 25 meses de gestión que le quedarán a Fernández.