Cómo no dejarse llevar por el encantamiento compartido entre Fernando Samalea, Fernando Kabusacki, Luciano Pietrafesa y Yoyo Sevilla. Tres guitarristas y un baterista, en sintonía y con músicas compartidas. Una reunión magistral que tendrá lugar esta noche a las 21 en Sala Lavardén (Sarmiento y Mendoza). Ahora bien, ¿cómo surgió este acuerdo musical?
“En principio a través de Kabusacki, que es como mi hermano musical. Si bien nuestros discos son súper antagónicos y su música es muy distinta a la mía, siempre estuvimos dispuestos a compartir lo que sea, con humor y mucha camaradería. Nos conocemos desde hace muchas décadas, y él es quien me introdujo al mundo de Guitar Craft. Gracias a él conocí a Luciano y a Yoyo, entre muchos otros viajes que hicimos a Seattle y a Nueva York a encuentros del Guitar Craft, donde me introdujeron como baterista”, explica Samalea a Rosario/12.
El conocimiento mutuo germinó en una formación específica y a la vez diferente de los proyectos de cada uno. Según Samalea, “pensamos en esta formación para recrear un poco el repertorio que se da en esos conciertos, con gente de todos los países. Luciano tiene su trío ZUM, con japoneses, y viaja mucho; de igual manera Yoyo, que tiene mucha experiencia musical y no sólo con este tipo de músicas instrumentales. Por esas casualidades o causalidades, las personas que estábamos de Argentina en ese momento éramos el cuarteto ideal para seguir dando forma a este tipo de repertorio, a esa música un poquito más entramada, de ostinatos, de tiempos irregulares, tan característico de este tipo de proyectos. Para mí es un lujo total, una alegría. Ni hablar de la posibilidad de volver a la sala Lavardén, que para mí es una especie de santuario, por todo lo que conozco de la historia de la música de allá”.
-Cómo es el trabajo entre ustedes, no dejan de ser cuatro virtuosos.
-Más que virtuosos somos apasionados, creo, yo no me consideraría un virtuoso de la batería ni mucho menos, pero hay algo de trance, de cosa hipnótica, y también mucho coraje para meternos en esos mundos tan particulares, de una música por momentos tan extraña, de métricas distintas. Lo que más valoro es que cuando nos juntamos empezamos a tocar libremente y a disfrutar de la experiencia. Hay algo muy misterioso, y es lo más lindo que sentí desde que empezamos a compartir los ensayos. Estuvimos hace un tiempo en el Teatro Independencia de Mendoza y fue hermosísimo, ahora queremos repetirlo en Lavardén; seguiremos tocando todo lo que se pueda, dentro de todas las actividades que individualmente hace cada uno, algo que le da un carácter especial.
De acuerdo con el propósito mentor del Guitar Craft de Robert Fripp, “se trata de mantener su legado, él es quien desde hace décadas lanzó este tipo de filosofías musicales –de alguna manera podría decirlo así–, basado incluso en filósofos que no son músicos. Tiene toda una connotación que va más allá de la música, del estudio y la dedicación, y con un humor espectacular, no es nada solemne. El encuentro que nosotros compartimos viene un poco desde ahí, rescata bastante de ese repertorio, y por el otro lado agrega cierto toque de improvisación, que es siempre bienvenida. Es un encuentro a compartir entre amigos, para disfrutar, y hasta ahora viene con muy buena estrella".
Hay buenas estrellas que tienen nombre, y la que se llama Charly García es parte de las vidas de Samalea y Kabusacki, habida cuenta de las participaciones de ambos en sus proyectos musicales. Los dos, sin ir más lejos, estuvieron presentes también en la reciente celebración de los 70 años del músico. “Compartirlo con Kabu fue genial, y la posibilidad de seguir haciendo cosas con Charly es un sueño. Es no sólo mi artista favorito sino el que descubrí a mis 13 años. ¡Empecé a ensayar con él a mis 20 años! Es el estigma de mi vida que llevo con mucho orgullo, y siempre hay lugar para nuevas aventuras. Con Fito (Páez) también nos reencontramos y estuvo maravilloso, fue un reencuentro hermosísimo. También muy inesperado, porque en definitiva se mantuvo hasta último momento la posibilidad de hacerlo o no; ese toque lindo que surge espontáneamente, y salió muy bien”, prosigue.
-Ese toque García.
-¡Claro! Y su gran virtud de guerrero, después de tanto tiempo y con todas las cosas que ha hecho sigue con un disco nuevo, donde también tuve la suerte de participar en algunas canciones con la batería. Sigue grabando y probablemente el año que viene nos conmueva y nos sorprenda con sus nuevas creaciones; como debe ser, él sigue adelante más allá de todo.