Tras una extensa reunión con los representantes de la cámara que nuclea a los propietarios de estaciones de servicios de Rosario y el ministro de Seguridad Jorge Lagna; se levantó el paro del sector que se había decidido tras los ataques a balazos que sufrieron cuatro estaciones de servicio en las últimas 24 horas. La jefa de policía Emilce Chimenti aseguró que "habrá cobertura con patrullas" para estos comercios aunque evitó dar detalles de cómo estarán organizados. En el gobierno creen que estas acciones, por las que no se han registrado pedidos de dinero o intento de robos, "están orientadas a amedrentar porque para algunas organizaciones criminales hoy el negocio es la venta del terror", dijo Lagna. Por su parte, desde la unidad fiscal que investiga balaceras en el Ministerio Público de la Acusación señalaron que, “al no haber pedidos de dinero -como delito de extorsión- ni cuestión gremial”, una de las líneas de investigación tienen que ver con la hipótesis de "actos de intimidación pública". También, sobrevuela el nombre de la banda de Los Monos. La fiscal Valeria Haurigot no descartó que estas balaceras pudieran tener la intención de "enrarecer" las horas previas a las elecciones.
El ministro Lagna y la jefa Chimenti comunicaron anoche que el paro de las estaciones de servicio que estaba previsto entre las 22 y las 6, se había levantado tras la reunión que mantuvieron ayer las autoridades con los empresarios del sector. La medida se levantó tras la promesa de una estricta vigilancia de estos establecimientos, aunque no trascendieron los detalles de cómo estarán organizados.
La jefa del equipo que centraliza las investigaciones sobre balaceras en el Ministerio Público de la Acusación, señaló ayer que esta serie de atentados con violencia explícita sobre comercios (hubo 4 tiroteos a estaciones servicio durante la semana) puede tener relación con alguna animosidad de crear incertidumbre y pánico social en vísperas de la elección de este domingo.
La sucesión de balaceras, y la falta de una exigencia de dinero concreta u otra prenda de cambio por parte de los pistoleros, lleva a pensar al equipo de fiscales en otras hipótesis menos simples que la extorsión lisa y llana. Y en ese marco –admitió la funcionaria judicial– la pista del boicot político a balazos no se descarta.
Haurigot reveló en una nota a Radio Dos que sus colegas reparan en que no hubo pedido de dinero a cambio en ninguno de los cuatro atentados que hubo contra estaciones de servicio en las últimas horas. La más reciente, y que encima tiene el probable condimento de la provocación a la autoridad, fue la que prodigó 11 balazos de madrugada contra la estación de servicio de Lagos al 5200, frente al ingreso principal de la Jefatura de la Unidad Regional II de Policía.
Con la de anteanoche, son cuatro las estaciones de servicio atacadas a balazos en Rosario y la región, en un lapso de 48 horas. Ayer se levantaron once vainas de la YPF de Ovidio Lagos al 5200. Desde Fiscalía se indicó que "no hay indicios de extorsión ni de interna gremial". Por eso, ante el "descarte" de algunos posibles motivos, la fiscal Valeria Haurigot de la unidad que investiga balaceras mencionó "otra forma delictiva que tiene que ver con la intimidación pública, con tratar de demostrar cierto poderío, y es una de las líneas que estamos manejando”, dijo en Radio2.
Al mismo tiempo, fue consultada sobre si estos ataques pueden estar relacionados con alguna organización criminal, como la de Los Monos, cuyo líder está preso y ya tiene causas por la autoría intelectual de hechos similares, incluso contra el poder judicial. "Es una línea que tenemos. Nosotros tomamos varias medidas, hay que ser creativos para tratar de dar no solo con autores materiales, sino con posibles ideólogos. Tomamos determinación de reforzar nuestras causas por el tema de teléfonos en unidades penitenciarias", expresó.
Por su parte, el ministro de seguridad, Lagna tampoco descartó la “hipótesis electoral”. "Es una hipótesis que me animo a plantear: que esto tenga que ver con las elecciones", dijo en la misma emisora. Y sumó: “Esto tiene que ver con generar temor, tiene aristas raras. Puede ser de cualquier lado, incluso de sectores del delito”, señaló.
La medida resuelta en horas de la mañana de ayer entre el sindicato de los trabajadores del sector y la cámara de estacioneros tiene que ver con el cierre nocturno y guardias mínimas. Sebastián Estevez, representante de la Cesgar (Cámara de Estaciones de Servicio, Garages y Afines de Rosario), dijo sobre el mediodía de ayer que en la reunión con Lagna -realizada por la tarde- iban a solicitar "mayor protección". Temprano aclaró: “No tenemos sospechas. Estamos totalmente desconcertados. Hay una situación que desconocemos”.
La serie de balaceras a locales de venta de combustible comenzó el martes por la noche, con un ataque a tiros desde una moto, contra la expendedora de combustible de San Martín y Saavedra. La noche de miércoles, las balas llegaron a una estación de GNC de Mendoza y Circunvalación. Esa misma noche, atentaron contra otro surtidor de Villa Gobernador Gálvez.