Emiliano Martínez (9): En la previa, se llegó incluso a dudar del Dibu por su presente en el fútbol inglés. Pero una cosa es la Selección (un gol en los últimos cinco partidos) y otra el Aston Villa (13 en los últimos cinco). Sostuvo a la Selección como en sus mejores días, con cuatro atajadas de importancia y la seguridad aérea de siempre. También volvió a tener al azar de su lado, con un remate que dio en el palo en la primera parte y otro que se le escapó entre las piernas sobre el final y le quedó a merced una vez se dio vuelta.
Nahuel Molina (6): Arrancó confiado y le durmieron un lateral sobre el banderín. Eso le bastó para acomodar las ideas. Tuvo que lidiar con el rápido pero atolondrado Brian Rodríguez y no sufrió sobresaltos. Cuando pudo, se mandó al ataque para estirar la cancha: incansable, llegó al fondo a los 75 y mandó el pase atrás para Joaquín Correa, que definió mal.
Cristian Romero (7): Otro que arrancó perdiendo una pelota, luego de un topetazo desde atrás de Bentancur. Pero lo que siguió del exBelgrano fue de alta gama. Recuperos, salidas con elegancia y pecho inflado. El angel guardián de Otamendi y Rodríguez: corrigió todo lo malo que hicieron. En un partido casi exclusivamente defensivo del equipo, fue de lo mejor.
Nicolás Otamendi (5): Flojo en los mano a mano, fue bien cubierto por sus compañeros cuando quedó en el camino. También le costó en el juego aéreo, una anomalía. Acostumbrado a comandar la salida desde el fondo, no pudo hacer demasiado con un equipo apretado por una presión rival muy alta.
Marcos Acuña (7): Una noche muy defensiva del Huevo. Tuvo a Nández por su banda y se hizo un festín, ya sea sacándole infracciones o dominando en la marca al exBoca, quien no se caracteriza por sus cualidades ofensivas. Se armó un jugadón sobre el final, aguantando la pelota -uno de los mejores en la materia-, dejando a dos en el camino y desbordando para habilitar a Messi.
Rodrigo De Paul (5): Movedizo como siempre, impreciso como rara vez. Sin Messi, quedó como el único capaz de meter algún pase de peligro, algo que sucedió poco. Cuando el de medias bajas está bajo, Argentina la pasa mal. Su pincelada -siempre hay al menos una- fue en el segundo tiempo cuando sacó un contraataque con un notable pase de primera para Lo Celso y Joaquín Correa, que se fueron solos.
Guido Rodríguez (4): El elegido por Uruguay para provocar el error argentino. Le resultó imposible recibir y darse vuelta, lo suyo fue tocar de primera, generalmente con los centrales. Por ende, nunca fue salida. En defensa también fue sobrepasado. Un par de pases mal dados llevó peligro al área del Dibu.
Giovani Lo Celso (4): Otro que tuvo más responsabilidades creativas ante la ausencia de Messi y anduvo muy errático: 79 por ciento de efectividad en pases y 13 pelotas perdidas.
Angel Di María (6): El hombre de los golazos (e importantes). En el Campeón del Siglo metió uno que se recordará, de mínima, por una década. Capitanía en brazo, arrancó como para ser figura y su disparo al ángulo más lejano de Muslera confirmó que, cuando tiene tiempo y espacio, puede hacer lo aparentemente imposible. Con su tanto, se metió entre los 10 máximos goleadores de la historia de la Selección, con 21, igualando nada menos que a Herminio Masantonio y José Sanfilippo. Intentó juntarse con De Paul para generar juego -a lo Messi- pero no resultó. Perdió pelotas en zonas complicadas y terminó siendo reemplazado rápidamente.
Lautaro Martínez (5): Como es habitual, su principal función fue la defensiva. Luego, la de generar faltas en ataque, algo que le salió bastante bien. Tercera en orden de importancia para el exRacing viene la de hacer goles, pero esta vez no lo quedó ni una. Lautaro, el hombre que está solo, de espaldas y espera.
Paulo Dybala (5): El reemplazante de Messi participó poco pero generó la jugada del gol con su recuperación en ataque y posterior descarga con Di María. Tirado sobre la derecha se chocó con el rosarino y cuando se retrasó para hacer las veces de enlace, la Selección se la pasó resistiendo los embates uruguayos. Su regreso al equipo duró 45 minutos.
Joaquín Correa (5): Entró en el entretiempo y, como suele suceder, tuvo buenas chances de gol. Pero en un mano a mano lo trabaron; tras un desborde de Molina definió con displicencia; y en una personal terminó encerrado contra la línea y el arquero.
Alejandro Gómez (5): No pasó mucho de su ingreso que se generó una linda jugada, a pura habilidad y potrero. Su remate se fue desviado y ese fue su aporte, importante para cortar con varios minutos de dominio celeste.
Angel Correa (5): Como tantos otros, no pudo influir en el juego con la Selección completamente abocada en defensa.
Lionel Messi (-): Si jugaba en Uruguay fue la historia de la previa y finalmente tuvo algunos minutos, pero no le salió ni la del final tras el desborde de Acuña. El objetivo, el clásico ante Brasil del martes.
Exequiel Palacios (-): A correr y sufrir, como toda Argentina.