La alemana Annika Schleu lidera la clasificación en el pentatlón moderno de Tokio 2020. Es una firme candidata para obtener la medalla de oro después de las dos primeras pruebas: resultó la mejor en esgrima y conservó la ventaja en natación.
Llega el turno de la equitación. Schleu empieza saltando cuatro obstáculos sin problemas, hasta que el caballo se planta y el sueño se convierte en pesadilla. Saint Boy no quiere saltar ni una valla más. Annika intenta hacerlo volver al recorrido. Aunque le da varios golpes con su fusta, el caballo no responde y la situación empeora.
La alemana comienza a llorar de la impotencia. Su entrenadora, Kim Raisner, se acerca a las vallas y le pega al animal. El impacto de su puño derecho es tomado por una de las cámaras de la transmisión televisiva. Unos segundos más tarde, se viraliza en las redes sociales y rebota por todo el mundo. Schleu se baja del caballo. Sabe que acaba de quedarse sin medalla, porque no suma puntos en la prueba y cae a los últimos puestos de la clasificación. Termina en el puesto 31 entre las 36 competidoras.
Pero aquel escándalo del 6 de agosto deja consecuencias mucho más graves. Raisner es expulsada de Tokio 2020 por haber golpeado a Saint Boy. En Alemania presentan una denuncia contra ellas por maltrato animal. Y la Unión Internacional de Pentatlón Moderno elimina a la equitación de su programa. La última noticia significa un quiebre histórico en un deporte que tiene tradición en los Juegos Olímpicos.
Su debut se produjo en Estocolmo 1912, luego de haber sido creado en 1909 por el barón Pierre de Coubertin, por entonces presidente del Comité Olímpico Internacional y antes fundador de los Juegos Olímpicos de la Era Moderna. Lo único positivo para la equitación es que recién va a despedirse del pentatlón moderno en París 2024. Dentro de la UIPM hubo una reacción inmediata para lograr que el deporte limpie su imagen después del incidente protagonizado por Schleu. La Junta Directiva aceptó la recomendación del Comité de Innovación de dejar afuera a la equitación, abrir un proceso de consulta y elegir una disciplina sustituta.
El objetivo de la entidad pasa por “aumentar la credibilidad del pentatlón moderno y hacerlo interesante para los nuevos espectadores, preservando al mismo tiempo su condición de máximo desafío deportivo, de acuerdo a lo propuesto por el barón Pierre de Coubertin”. Además, en su página web publicaron una carta abierta a los atletas para informarles sobre el cambio en el programa, involucrarlos en el proceso y pedirles su opinión. También invitaron a entrenadores, directivos y medios, para que aporten ideas.
Ya anunciaron que el Congreso va a tomar una decisión cuando sesione a fines de este mes. Incluso salieron a desmentir que el ciclismo haya sido elegido como reemplazante de la equitación. “Nuestro deporte ha evolucionado muchas veces durante las últimas décadas para responder a las expectativas cambiantes que plantea el mundo moderno. Desde los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 propusimos una competencia con igualdad de género. Hemos creado un atractivo para los jóvenes atletas, un mayor valor para el público y un menor impacto medioambiental”, dijo el presidente Klaus Schormann.
Al frente de la UIPM desde 1993, el alemán apuesta fuerte y cree ciegamente en un cambio, pese a que 650 atletas firmaron una carta para pedir su renuncia: “Ha llegado el momento de actuar con audacia una vez más. El pentatlón moderno fue confirmado para París 2024. Pero para Los Angeles 2028 puede darse una situación diferente. Debemos ser flexibles. Una nueva disciplina va a proporcionarle un impulso a nuestro deporte”.
Muy lejos quedaron esos comienzos en Estocolmo 1912 de la mano del barón Pierre de Coubertin, con la competencia desarrollada en seis días, atletas hombres y cinco disciplinas. El programa original contaba con esgrima (duelos de espada a un toque), natación (200 metros libres), equitación (saltos a 12 obstáculos), tiro con pistola (a una distancia de 10 metros) y carrera campo a través (un total de 3.000 metros).
A partir de Atlanta 1996 se realiza todo el pentatlón moderno en una jornada para ofrecer un producto más explosivo desde lo comercial. En 2009 hubo una modificación importante en la competencia con el propósito de subsistir en el programa olímpico: la carrera se unificó con el tiro y surgió la prueba laser run. Este ajuste tuvo una buena recepción desde el lado del marketing. Ahora se espera lo mismo con la salida de la equitación.
En París 2024, el evento se comprimirá en apenas 90 minutos, para hacerlo mucho más dinámico y adaptarlo a los tiempos de la televisión. Van a ser 20 minutos de equitación, 15 de esgrima, 10 de natación y 15 de laser run (con 10 de descanso entre cada una de las disciplinas). En sus últimos Juegos, el sistema para la equitación se mantendrá igual y a los atletas se les designará un caballo al azar, con un límite de 20 minutos para conocerlo antes de salir a competir.
Mientras el pentatlón moderno define su futuro pensando en Los Angeles 2028, tanto Schleu como Raisner enfrentan cargos penales en Alemania por los golpes a Saint Boy, luego de una denuncia que presentó la Asociación de Protección de Animales y una investigación que llevó a cabo la Fiscalía de Potsdam.
Tras su expulsión de Tokio 2020, la UIPM determinó una sanción para Raisner, que asistirá a un “seminario de educación para entrenadores” y pasará por un módulo de “trato humano a los animales”. Pero la tarjeta roja se la sacaron a la equitación.