Una enorme movilización volvió a copar las calles de la Capital Federal. Esta vez fueron profesores, científicos y estudiantes universitarios, que marcharon juntos detrás de una bandera con la consigna que sintetizaba sus reclamos: “Aumento salarial ya. En defensa de la universidad pública”. Según los organizadores, fueron más de 30 mil las personas que se movilizaron desde el Congreso de la Nación hasta el Ministerio de Educación. Allí, sobre Callao entre Paraguay y Marcelo T. Alvear, montaron un escenario y realizaron un acto. Los docentes universitarios agrupados en las federaciones Conadu, Conadu Histórica, Fedun y Fagdut fueron quienes tomaron la palabra y, entre otros planteos, reiteraron su reclamo de un 35 por ciento de aumento salarial (mientras Educación les ofrece un 20 por ciento en tres cuotas). Los estudiantes leyeron un documento acordado en la junta ejecutiva de la Federación Universitaria Argentina, que agrupa a todos los centros estudiantiles del país, con fuertes críticas al gobierno de Mauricio Macri.
“Qué orgullo ver desde este escenario a los más de 30 mil compañeros que se han movilizado en defensa de la universidad pública y gratuita”, dijo un eufórico Carlos De Feo, secretario general de Conadu. “Nos quieren domesticar –afirmó–, disciplinar. Pretenden imponernos un techo salarial de hambre.” La educación superior, dijo, es un “terrible negocio” que el ministro Esteban Bullrich “quiere regalarles a las empresas privadas”. El Gobierno, planteó, pretende arrastrar la educación a la lógica privatizadora de los 90’.
A las 17, los universitarios ya estaban frente al Congreso, listos para marchar. Los dirigentes de los gremios docentes y de las federaciones estudiantiles –entre las que se encontraban las de Buenos Aires, La Plata, Córdoba, Rosario– ya habían agarrado fuerte la bandera principal. Pero recién después de las 18, cuando sonó por primera vez el Himno, empezaron a caminar. Fueron pocas cuadras, y poco después de las 19 pudieron subirse los oradores al acoplado del camión que hacía de escenario sobre Callao.
“Por el boleto educativo ya”; “La educación pública no se vende, se defiende”; “Aumento salarial ya”, eran algunas de las consignas que se repetían en varios carteles. Había una más original: “Macri gato. Cuidate. Somos rosarinxs”, mostraba una chica mientras cantaba.
Daniel Ricci, secretario general de Fedun, dedicó gran parte de su intervención a repudiar el fallo PRO-genocidas de la Corte Suprema. Apuntó contra Elisa Carrió, la diputada de Cambiemos que será candidata en octubre: “Carrió dijo que el fallo de la Corte fue correcto. Queremos repudiar sus dichos”. Y recordó dichos polémicos del ministro de Educación: “Bullrich celebró la campaña del desierto de Roca, da vergüenza que haya festejado un genocidio”. Ricci agradeció la participaciones de los miles de estudiantes y enfatizó: “No vamos a ser traidores, no vamos a firmar paritarias a la baja. Llevamos perdido más del 15 por ciento del salario. Esta no fue la primera ni va a ser la última movilización contra el gobierno de Mauricio Macri”.
Los partidos de izquierda que se movilizaron concentraron a una cuadra del Congreso, y se sumaron a la columna una vez que pasó por allí. El MST, PTS, Izquierda Socialista, Partido Obrero, 29 de Mayo, Comuna Socialista, Nuevo MAS. Las organizaciones del peronismo y el kirchnerismo se amucharon detrás de la columna: allí estaban la JUP, Movimiento Evita, La Cámpora, Miles, Megafón, Nuevo Encuentro, entre otras. También los científicos formaron su propia columna, agrupándose detrás de una bandera con la consigna: “No al ajuste en Ciencia y Universidad”.
Por la federación que agrupa a docentes de la UTN (Fagdut), su secretario general, Ramón Marostica, cuestionó que están negociando desde hace tres meses, “pero el gobierno no cumple”. Entre varias críticas a Macri, se despachó: “El marketing, la imagen, ‘bailá así’. Dejate de joder que no somos tarados”. La gente se rió y aplaudió con ganas.
A los docentes privados de Sadop se los ubicaba fácilmente, llevaron lápices inflables de color negro, rojo y blanco que sobresalían por sobre la multitud; también los docentes de UTE-Ctera, Ademys y UDA movilizaron sus afiliados.
Los vendedores de choripán, bondiola y vacío no paraban. Los de hamburguesas veganas estaban un poco más relajados. Las remeras y los pines
también se vendían bien. “Macri=Hambre”, decía uno amarillo que se agotó rápido. “Yo caí en la escuela pública”, “Ni olvido ni perdón, juicio y castigo”, “No al 2x1”, eran otras consignas que ayudaban a liquidar la mercadería.
“Celebramos esta movilización, que una vez más demuestra que debemos derrotar al gobierno de los CEOs desde las calles, en unidad, de la misma manera que lo hicimos la semana pasada por Memoria, Verdad y Justicia; y de la misma forma que lo haremos cada vez que quieran tocar los derechos de nuestro pueblo”, decía un fragmento del documento consensuado por las agrupaciones estudiantiles, leído por diferentes dirigentes.
Fueron cientos los centros de estudiantes que se movilizaron. También participaron los gremios docentes de base de distintas universidades: Moreno, Lanús, José C. Paz, La Plata, Luján, Lomas de Zamora, General Sarmiento, Bahía Blanca, Mar del Plata y Avellaneda, entre otras. Desde las 24 provincias del país y de todas las universidades públicas llegaron adhesiones a la manifestación.
Luis Tiscornia, secretario general de Conadu Histórica, fue quien cerró el acto. “En este tiempo muchos nos preguntan cómo caracterizamos la situación hoy –comenzó su discurso–. Les respondemos que hoy, el que no lucha, pierde. Y si no vamos unidos, perdemos todos.” Calificó al Gobierno como un actor paritario de los grupos económicos, y lo explicó: “Quieren imponer con los docentes de todos los niveles una paritaria testigo, para después trasladarlo a las empresas privadas, para que las empresas puedan maximizar sus ganancias”. Y cerró: “El viento está en contra, necesitamos juntarnos todos, si no, perdemos”. Luego de las 20, la Conadu Histórica junto con sus gremios de base, la FUBA y organizaciones de izquierda extendieron la marcha hasta la Plaza de Mayo, “para reclamarle al poder político”.
Informe: Gastón Godoy.