La contraofensiva judicial con la que el titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas, busca desbaratar la confesión del cambista brasileño, Leonardo Meirelles, quien dijo haberle pagado coimas por 850 mil dólares, lo tiene demasiado ocupado. Esa fue la razón que el Señor Cinco esgrimió para justificar su ausencia a la reunión, prevista para hoy, con la Comisión Bicameral Permanente de Fiscalización de los Organismos de Inteligencia del Congreso.
Los legisladores, sobre todo de la oposición, pretendían obtener respuestas de Arribas sobre los cientos de miles de dólares que, según Meirelles, le transfirió de diferentes empresas constructoras del Brasil, entre las que se encuentra la gigante Odebrecht. El jefe de los espías agregó a su nota una copia de la demanda que presentó contra el brasileño donde lo denuncia por falso testimonio y cohecho.
La comparecencia de Arribas había sido solicitada por las diputadas del Frente para la Victoria, Teresa García y Juliana Di Tullio, esta última vicepresidenta de la Bicameral.
Las legisladoras le habían solicitado al presidente del cuerpo, el senador radical, Juan Carlos Marino (La Pampa), la presencia del funcionario porque se “ha puesto de manifiesto que la denuncia original (contra Arribas) del pasado 11 de enero no fue lo suficientemente investigada, ni por la comisión bicameral ni por la justicia federal”.
Por otra parte, las legisladores le recordaron a Marino que “Arribas aún debe a este cuerpo sus respuestas al pliego de preguntas que presentamos personalmente y a través de esta comisión, momento en que también comprometió su presencia en la comisión para los primeros días de marzo, lo cual por supuesto nunca cumplió”. Las diputadas hacen referencia a que durante el mes de enero, Arribas estuvo en la comisión y allí se había comprometido ante los legisladores a volver durante el mes de marzo con mucha más información de los setenta mil dólares que había recibido por la venta de los muebles de un departamento que tenía en Brasil. Arribas no cumplió con su palabra, una actitud que molestó a las diputadas. Un encono que se incrementó ante la falta de firmeza por parte de Marino para que el funcionario se presente tal como se había comprometido. En aquel día de enero, Arribas llegó al edificio anexo del Senado con un inusual operativo de seguridad ya que los empleados de la Cámara alta impidió que los periodistas pudieran acercarse al salón donde se desarrolló la reunión.
En otra parte de la requisitoria de las legisladoras, le recordaron al presidente de la Bicameral que el jefe de la AFI aún tiene una causa penal abierta por evasión tributaria, y remarcan que “la sospecha de percepción de dinero ilegal es un hecho que amerita una investigación urgente en cualquier funcionario público, pero más cuando se trata del titular de un organismo que maneja fondos reservados”.
Según el propio senador Marino, la reunión de la Bicameral se realizará a pesar de la ausencia del jefe de la AFI. “La comisión se va a reunir por más de que no venga Arribas porque es nuestro deber supervisar los organismos de Inteligencia”, aseguró ante una consulta radial. Luego deslizó una defensa del funcionario al sostener que los hechos por los que es investigado es “de 2013, antes de que fuera funcionario”. De todas formas, el senador pampeano sostuvo que Arribas “tiene que demostrar en la Justicia su inocencia” dijo para luego recurrir a una frase que viene diciendo desde que Arribas se vio envuelto en esta denuncia: “Si la Justicia determina que es inocente recibirá mi felicitación y si determina lo contrario seré el primero en sugerirle al Presidente (Mauricio Macri) que tiene que removerlo”.
Marino no sabe si es conveniente que Arribas se aparte de su cargo hasta tanto resuelva su problema judicial. Por si acaso, dijo que esa posibilidad “es una decisión que debe tomar el Presidente”.
La cita de la Bicameral es al mediodía de hoy. Durante el encuentro sus integrantes podrán acceder al material remitido por el funcionario donde además de la razón de su faltazo encontrarán una copia de la denuncia que pergeñaron los abogados de Arribas contra Meirelles.
Allí podrán leer los motivos por lo que considera que Meirelles debe ser procesado por falso testimonio y cohecho. Dos acusaciones que, como describió este diario, tiene serios inconvenientes procesales. Por un lado el brasileño está preso en Brasil y su declaración la hizo ante la justicia de ese país y no ante la fiscalía argentina, por lo que el pretendido falso testimonio carece de asidero. Algo parecido sucede con su intento por acusarlo de cohecho ya que el brasileño purga condena por ese mismo delito y nadie puede ser juzgado dos veces por el mismo hecho.