La bandera de Francia tiene una particularidad desde fines de 2018, de la que pocos se percataron, y que fue una iniciativa del presidente Emmanuel Macron. La insignia tricolor tiene un azul más oscuro. Así lo pidió el mandatario, y fue confirmado por un portavoz de su gobierno este lunes.
El presidente galo "escogió para las banderas tricolor que adornan al Elíseo el azul marino que evoca el imaginario" de los héroes que lucharon durante la Revolución Francesa, así como en las dos guerras mundiales en el siglo XX, según el Palacio del Elíseo.
La bandera francesa tenía un azul más claro desde 1976, por disposición del entonces presidente, Valéry Giscard d'Estaing. El motivo: que coincidieran ese azul con el de la bandera de la Unión Europea. El director de operaciones de la Presidencia, Arnaud Jolens, fue quien tuvo la iniciativa del cambio, 42 años más tarde, tal como admitió en el libro "Elysée Confidentiel" (Elíseo confidencial) de Eliot Blondet y Paul Larrouturou, que apareció en septiembre pasado. "Había cambiado el azul de la bandera por razones estéticas durante el acercamiento a Europa. La bandera que todos los presidentes llevaban desde entonces no era la verdadera bandera francesa", dijo el funcionario.
A su vez, Macron agregó la cruz de Lorena al logo de la presidencia. Se trata de una cruz usada por la Francia Libre de Charles De Gaulle en los años de lucha contra la ocupación de la Alemania nazi, entre 1940 y 1944.
Los funcionarios de Macron estimaron que el azul marino era "más elegante" y que “reconectaba con un símbolo de la Revolución Francesa”. Tuvieron que aclarar que el cambio de tonalidad no implica plasmar una diferencia con la Unión Europea. “No hay una ‘guerra azul’; es un sinsentido”, adujeron.