Fabián Gerardo Tablado, el femicida condenado por haber asesinado en 1996, de 113 puñaladas, a su novia Carolina Aló, recibió una nueva sentencia condenatoria, la tercera en sus 45 años de vida. Esta vez le aplicaron una pena efectiva de un año de cárcel por haber violado una orden judicial que le prohibía acercarse a sus hijas mellizas y a su exesposa Roxana Villarejo, con quien se casó en la cárcel, en 2007. En forma simultánea, Tablado también violó la restricción de acercarse a Edgardo Aló, el padre de Carolina. Como el femicida está preso desde el 16 de diciembre de 2020 por haber incumplido las restricciones, el próximo 15 de diciembre quedará en libertad, porque ese día se cumplirá el año de prisión impuesto.
La nueva acusación contra Tablado se había tratado el martes de la semana pasada, en el juicio, pero ahora se conoció la sentencia del juez Correccional 6 de San Isidro, Hernán Sergio Archelli. La condena a un año de cárcel es por los dos hechos, el acercamiento a sus hijas y su ex mujer, y al padre de Carolina Aló. El delito cometido esta vez por Tablado es de “desobediencia”. En el fallo condenatorio, el magistrado consideró como agravante los antecedentes de Tablado, condenado en 1998 a 21 años de prisión por el femicidio de su novia, y a dos años de cárcel, en 2013, por haber amenazado de muerte a su exesposa y a su exsuegra.
El juez dijo que esos antecedentes “son indicativos de un desapego persistente a las normas y a la sociabilidad”. También se tomó en cuenta “la victimización reiterada” a la que sometió con su paresencia cercana al padre de Carolina. La pena de un año impuesta en esta tercera condena es la sanción máxima establecida en el artículo 239 del Código Penal. El juez coincidió con el pedido que había formulado el fiscal de juicio de Tigre, Diego Callegari, quien en su alegato calificó a Tablado de “provocador social”.
El juez Archelli también condenó a Tablado a hacerse cargo del pago de las costas del proceso y lo declaró “reincidente por segunda vez” en su historia criminal, ya que suma con esta su tercera condena, por un total acumulado de 24 años.
Por el incumplimiento de las restricciones, Tablado está detenido desde el 16 de diciembre de 2020, de manera tal que cumplirá la pena el 15 de diciembre próximo a las 12 del mediodía y quedará en libertad. El femicida de Carolina Aló está ahora preso en la Unidad 46 de San Martín del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).
Ante el hecho concreto de que Tablado estará libre en un mes, el juez, en cumplimiento de lo dispuesto en la Ley de Violencia Familia 12.569, ordenó que se envíe copia de la sentencia y de la fecha del cómputo a los Juzgados de Familia N° 5 de San Isidro y N° 2 de Tigre, “con el objeto de que se adopten las medidas protectivas que se estimen necesarias”, Tablado podría tener nuevas restricciones de acercamiento cuando salga de prisión.
Tal como planteó la fiscalía, el juez dio por probado en el juicio que el 19 de octubre del 2020 entre las 15.20 y las 17 aproximadamente, Tablado se desplazó caminando por el puente Sacriste, ubicado en Avenida del Libertador cruzando la calle Lavalle de la localidad y partido de Tigre y allí violó las dos perimetrales.
La presencia de Tablado en el lugar fue captada por las cámaras de seguridad ubicadas en esa zona. Estaba junto a sus hijas mellizas, luciendo barbijo, lentes oscuros, bermuda y una remera azul.
La jueza de Familia 2 de Tigre, Silvia Sendra, le había impuesto al salir de prisión una perimetral que lo obligaba a usar una tobillera electrónica, con la prohibición de acercarse a menos de 300 metros de las niñas. La medida incluía a su ex esposa Roxana Villarejo. En el mismo acto desobedeció otra resolución que le prohibía acercarse a menos de 500 metros del domicilio o del lugar de trabajo de Edgardo Aló, el padre de Carolina.
Al declarar en este juicio, el femicida Tablado dijo que cuando recuperó su libertad en febrero de 2020, le notificaron las perimetrales sobre su ex y sobre sus hijas por un plazo de 45 días y que él no sabía que se había extendido por la pandemia, y que nunca le notificaron el domicilio laboral de Aló.
El juez rechazó la excusa señalando en su fallo que “hay un dato revelador que me indica que Tablado era consciente de la vigencia de las medidas restrictivas y es que en todo momento y hasta el día de su detención, mantenía colocada la pulsera electrónica en su tobillo”. De esa manera desechó el argumento de la defensa del imputado.