Después de la aprobación de la primera generación de vacunas contra el coronavirus, se están desarrollando nuevos fármacos para prevenir y curar el virus: en diciembre, China aprobaría el primer remedio contra la covid -cuyos ensayos clínicos se realizaron en Argentina-, mientras que en el Reino Unido y Australia se trabaja en vacunas con forma de parches.
Un fármaco para tratar el coronavirus
La Universidad Tsinghua, el Hospital Popular Número Tres de Shenzhen y la compañía Brii Biosciences crearon el primer fármaco para combatir el coronavirus mediante el uso de anticuerpos monoclonales capaces de neutralizar el virus. Las autoridades chinas anunciaron que estaría listo para ser lanzado en diciembre.
En agosto, Brii Biosciences afirmó que el tratamiento demostró una reducción de hasta un 78 por ciento en las hospitalizaciones y muertes por coronavirus durante una tercera fase de ensayos clínicos llevada a cabo en Estados Unidos, Brasil, Sudáfrica, México, Argentina y Filipinas y serviría para tratar casos leves o moderados de covid.
En el ensayo, el fármaco experimental fue administrado a más de 700 pacientes que contrajeron la enfermedad durante la última ola de rebrotes en China, atribuida a la variante Delta.
"El cuerpo humano produce una gran cantidad de anticuerpos, pero no todos ellos tienen eficacia antiviral. Nuestra investigación tiene como meta seleccionar los más fuertes para que puedan ser empleados en forma de fármaco para tratar a pacientes infectados", explicó Zhang Linqi, profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad Tsinghua, en diálogo con Global Times.
Otros medicamentos
La empresa farmacéutica estatal Sinopharm investiga una terapia basada en el plasma de pacientes recuperados y cuyos ensayos clínicos comenzarán en pocas semanas en Emiratos Árabes Unidos.
Por su parte, la biotecnológica Kintor trabaja en una tercera fórmula que también se encuentra en fase de pruebas.
Un parche contra el coronavirus
La empresa Emergex, con sede en Oxfordshire, Reino Unido, anunció que comenzará en breve la Fase I del ensayo clínico de una vacuna de segunda generación contra la covid-19 que se administra a través de un parche cutáneo y que usa células T para eliminar aquellas células que estén infectadas.
La autoridad regulatoria de medicamentos y vacunas de Suiza autorizó el inicio del ensayo clínico que comenzará en enero. La vacuna será testeada en 26 personas que recibirán una dosis alta y baja en Lausana. Se esperan los resultados provisionales del ensayo para junio.
"Esta es la primera vez que un regulador ha aprobado una vacuna contra el covid-19 para entrar en ensayos clínicos cuyo único propósito es generar una respuesta de células T dirigida en ausencia de una respuesta de anticuerpos", explicó Robin Cohen, director comercial de la empresa.
Cohen explicó que el parche mataría las células infectadas rápidamente y que, por esa razón, podría ofrecer una protección más duradera que las vacunas inyectables que se aplican hoy. Asimismo, aseguró que el parche podría ser mejor para combatir las mutaciones del virus.
Otra de las ventajas, agregó Cohen, es que el parche podría guardarse a temperatura ambiente, a diferencia de las vacunas que deben almacenarse en el congelador o el refrigerador.
Sin embargo, Danny Altmann, profesor de inmunología en el Imperial College de Londres, manifestó sus dudas sobre una vacuna de células T “pudieran hacer el trabajo por sí solas”, pero opinó que el parche podría ser un complemento de las vacunas.
El director comercial de Emergex aseguró que el parche no estará disponible hasta 2025 y que la empresa trabaja en otro estudio que prueba una vacuna de células T contra el dengue en humanos.
Una vacuna-parche en Australia
En octubre, un equipo de científicos de la Universidad de Queensland, en Australia, y de instituciones del Reino Unido, Francia, Japón, Eslovenia, China y Singapur difundió los resultados de un estudio pre-clínico de otra vacuna contra el coronavirus que se aplicaría a través de un parche. Según la información publicada en la revista Science Advances, la candidata vacunal logró proteger a ratones contra el coronavirus.
La candidata es la vacuna Hexapro, creada por la Universidad de Texas, y es administrada mediante el parche de micromatriz de alta densidad desarrollado por la Universidad de Queensland y comercializado por la empresa Vaxxas.