El ministro de Economía, Martín Guzmán, mantuvo un desayuno extenso con el Jefe de Gabinete, Juan Manzur, con una agenda centrada en planificar la agenda del crecimiento y, sobre todo, los gastos del Estado para ese año. Un rato más tarde, el titular de Hacienda fue parte de dos bilaterales con funcionarios económicos de potencias europeas, en acercamientos que se leen en el contexto del ingreso de Argentina en el tramo final de las negociaciones con el Fondo Monetario (FMI).
El encuentro con el tucumano se dio luego de una serie de relevamientos de situación que Manzur hizo en charlas con los gobernadores del interior del país, para ver las necesidades del año próximo y los desafíos. Con ese bagaje se encaró un diálogo sobre la expansión económica a nivel federal. En criollo, empezaron a delinear en qué sectores invertirá el Estado en 2022. Y hubo además un acuerdo para horizontalizar el crecimiento económico, que es precisamente lo que alguna vez generó, en el Frente de Todos, diferencias internas sobre el rumbo económico. El famoso “que la recuperación no quede en pocas manos”. Incluso, en esa charla se especuló con que el número de mejora del PBI del año que viene podría ser mayor al 2,5 por ciento presupuestado.
La comunicación oficial del evento, a cargo de la jefatura de ministros, destacó que ambos cuadros “estuvimos trabajando en cuestiones de la gestión, en lo que refiere a esta etapa luego de las elecciones, coordinando la inversión en capital que hace el Estado, en un contexto en el cual hemos redefinido cuál es la visión del Estado desde lo que fue el presupuesto 2021. La idea es seguir trabajando en esa línea el próximo año”. Y agregaron que “consideramos que para construir una ventaja comparativa en aquello que nos da más capacidad de creación de riqueza y de desarrollo hay que seguir invirtiendo en la obra pública, en la educación, en la salud, en el desarrollo científico y tecnológico”.
El capítulo deuda
Fuentes oficiales confiaron a Página I12 que Guzmán no tiene previsto viajar al exterior en lo que queda del año, pero sin embargo seguirá en una dinámica de avance en la negociación con el FMI. Una doble vía que se empieza a ver: por un lado, el ministro ya está trabajando en la letra fina del Plan Plurianual que, finalmente, entrará al Congreso por la Cámara de Diputados. A contramano de lo que se especulaba, el texto no será puesto a debate punto por punto con sectores del establishment y los sindicatos. Con ellos se buscará el aval político para poder ir al Parlamento a conseguir la rúbrica opositora.
En este sentido, la jugada en tándem del Gobierno y el FMI, que algunos medios leyeron como una exigencia, sólo reforzó la idea oficial de un acuerdo amplio. En las últimas horas, voceros del organismo que conduce Georgieva dejaron trascender la necesidad de un apoyo político total al plan plurianual, en una posición que es favorable al interés del Gobierno de acelerar los tiempos en el paso por el Congreso.
Mientras tanto, Guzmán mantuvo en las últimas horas algunos encuentros particulares que también reflejan que se avanza a paso firma en el acuerdo final por la deuda de 45 mil millones que dejó el Gobierno de Mauricio Macri. Según supo este diario, mantuvo dos bilaterales virtuales con líderes de peso. Primero, charló con Nadia Calviño, vicepresidenta de Asuntos Económicos del gobierno de España, a quien conoce desde bastante antes de ser funcionario nacional y con quien ya tuvo al menos 5 reuniones en lo que va del año. Calviño tiene una idea de la economía muy similar a la de Guzmán y uno de sus lemas que haya “una recuperación justa”.
La otra bilateral fue con Daniele Franco, ministro de Economía de Italia, con quien se vio recientemente en Roma y le dio el apoyo a Argentina en el marco de la renegociación de la deuda. Estos encuentros no pueden leerse sin observar un proceso en ciernes de articulación fina con países europeos del G-20 para cerrar el capítulo Fondo Monetario y Club de París.