El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su par chino, Xi Jinping, acordaron durante la cumbre virtual celebrada el lunes por la noche impulsar un diálogo bilateral sobre control de armas, de acuerdo al asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan. Xi y Biden debatieron en su primera reunión formal sobre cómo reencauzar de manera responsable la rivalidad entre ambas potencias. En un encuentro de más de tres horas marcado por un clima de crecientes tensiones geoestratégicas, ambos líderes hablaron de manera "respetuosa y directa", según la versión divulgada por Washington. En la misma línea, Beijing destacó que la conversación fue "profunda", "fructífera" y "fundamental" para limar asperezas. Sin embargo, ninguno de los dos dio el brazo a torcer sobre las líneas rojas de sus respectivos países, particularmente en lo que atañe a Taiwán, isla sobre la que China reclama su soberanía.
El control de armas es un "asunto trascendental"
"Los dos líderes acordaron que buscaríamos impulsar conversaciones sobre estabilidad estratégica", apuntó Jake Sullivan, utilizando un término común en los círculos diplomáticos para describir el control de armas. El asesor de Biden respondió así durante una conferencia este martes en el centro de estudios Brookings a una pregunta sobre el potencial de China de ampliar notablemente su arsenal nuclear y sobre el reciente lanzamiento por parte de Beijing de un misil hipersónico, con capacidad para rodear la tierra.
Sullivan, quien estuvo presente en la reunión virtual que se produjo el lunes por la noche, aseguró que Biden planteó a Xi la "necesidad" de mantener conversaciones sobre ese tipo de avances armamentísticos de China, que describió como "asuntos trascendentales que tienen una importancia profunda para la seguridad nacional de Estados Unidos". El asesor reconoció que ese posible diálogo no será probablemente tan "maduro" como el que comparte desde hace años Estados Unidos con Rusia, la otra gran potencia nuclear, porque las conversaciones con Moscú están más "arraigadas en la historia".
Estados Unidos se encuentra enfrascado en una carrera armamentística con China y Rusia en el campo de las armas hipersónicas, que por su velocidad son más difíciles de detectar por los sistemas de defensa de misiles. A fines de octubre, el Pentágono confirmó que está en busca de tecnología hipersónica para contrarrestar los avances de China en esta materia y mejorar sus "capacidades defensivas".
Los detalles de la cumbre virtual
Biden y Xi intercambiaron advertencias sobre la situación en la isla de Taiwán durante una cumbre bilateral remota en la que, no obstante, buscaron rebajar las tensiones políticas, militares y comerciales entre las dos superpotencias. Desde la llegada de Biden a la Casa Blanca, el vínculo bilateral mostró varios puntos de fricción en relación a los derechos humanos de la minoría musulmana uigur del noroeste de China, la represión de las protestas prodemocráticas en Hong Kong, y Taiwán, la isla que China considera parte de su territorio y que se convirtió en el último tiempo en el asunto más espinoso entre ambas potencias.
El mandatario estadounidense puso estos temas sobre la mesa y planteó la preocupación de su país por la situación de los derechos humanos en general y específicamente en torno a "las prácticas de China en Xinjiang, Tíbet y Hong Kong", además de subrayar la importancia de un Indo-Pacífico "libre y abierto", y "la determinación" de Estados Unidos de cumplir "sus compromisos en esa región".
En respuesta a esos comentarios, el gobierno chino arremetió contra la Casa Blanca por lo que considera interferencia en sus asuntos internos. "Las autoridades taiwanesas han intentado muchas veces apoyarse en Estados Unidos para su independencia. Algunas personas en Estados Unidos intentan usar a Taiwán para controlar a China", dijo Xi, informó la agencia de noticias estatal Xinhua. "Esa tendencia es muy peligrosa y es como jugar con fuego", agregó el mandatario chino.
En definitiva, Xi pidió "construir consensos" para reconducir las relaciones entre China y Estados Unidos, a las que calificó como "el tema más importante para los próximos 50 años". "Somos dos grandes barcos que navegan en el mar, y necesitamos agarrar el timón con fuerza para seguir adelante pese a los vientos y evitar chocar el uno contra el otro", poetizó el mandatario chino. Menos elocuente, la Casa Blanca se limitó a destacar tras el encuentro que si bien no hubo "ningún avance o acuerdo destacable", Biden enfatizó en la necesidad de establecer mecanismos para "gestionar riesgos estratégicos".