Desde San Juan
La Selección Argentina no desentonó en el clásico ante Brasil, aunque no pudo exhibir el desequilibrio necesario para poder quedarse con la victoria. El equipo cumplió una actuación regular, y apenas mejoró un poco lo que hizo ante Uruguay el viernes pasado, donde logró la victoria en Montevideo.
E. Martínez (6): le tocó jugar mucho con los pies y lo hizo con acierto. Desde su posición ordena y le anticipa a sus compañeros cuando tienen rivales cerca. En la acción más exigente le tapó bien un derechazo a Vinicius Jr. Su buena tarea futbolística contrasta con actitudes provocadoras y desubicadas hacia los adversarios.
M. Lucero (4): uno de los más flojos del seleccionado. El lateral no termina de definirse cuando tiene que pasar al ataque, y de esa manera pierde sorpresa cuando cruza la mitad de la cancha. En el aspecto defensivo tampoco da las garantías necesarias. En la jugada que tuvo determinación, llegó hasta el fondo y casi provoca un penal a favor de Argentina.
Romero (6): su consolidación es cada vez mayor. Cuando enfrenta a los delanteros impone su cuerpo, y cuando lo hace por la vía aérea salta más y logra conectar la pelota. En el inicio del segundo tiempo sufrió una infracción que le provocó consecuencias físicas y tuvo que ser reemplazado.
Otamendi (6): la voz de mando en el fondo de Argentina. Le comunica a los otros defensores cuando dar un paso adelante y cuando no. Se mantiene vigente por su experiencia, aunque también está mejorando en su juego. Cuando se excede comete infracciones para la expulsión.
Acuña (6): entrega firmeza y despliegue en partes iguales. Su recorrido es extenso y lo realiza con acierto. El rendimiento físico es una de sus mejores virtudes. Su nivel cayó en el segundo tiempo por la presión de los brasileños.
De Paul (6): es otro que también tiene una gran entrega, para cubrir los espacios que deja Molina Lucero, y también para tener presencia en el circuito ofensivo. Cuando probó de media distancia estuvo cerca de convertir, pero el arquero tapó su remate.
Paredes (4): el ex Boca regresó a la titularidad y sintió la falta de continuidad en su club, debido a un problema físico. La técnica la sigue teniendo inalterable, y con él se inicia el adelantamiento del equipo hacia el campo rival. Le pegó un codazo a Paquetá y estuvo cerca de la expulsión, pero el árbitro le mostró la tarjeta amarilla. Es probable que por esa sanción participó sólo del primer tiempo.
Lo Celso (5): se preocupa más por mostrar sacrificio, y deja de lado lo mejor que tiene: la resolución de jugadas en espacios reducidos.
Di María (5): el rosarino se siente cada vez más cómodo jugando por la derecha, y le brinda opciones al equipo con su velocidad y su gambeta. De todas maneras, sólo se pudo imponer en pocas oportunidades.
Messi (5): no se está viendo la mejor versión del capitán hace varios partidos. El fútbol francés, una liga menos exigente que la española, también puede ser que atente contra su fútbol. En el final tuvo una chance para convertir pero el arquero estaba bien ubicado y tapó su remate sin inconvenientes.
Lautaro Martínez (5): su presencia en el área es intimidatoria. El problema que tiene es que depende de sus compañeros para poder explotar su capacidad goleadora, y su potencia en la resolución de las jugadas. El del Inter no salió a jugar el segundo tiempo.
Lisandro Martínez (5): se movió como volante central y se lo vio bastante desorientado. Los espacios que dejó en esa zona fueron aprovechados por Brasil, que prevaleció en ese sector de la cancha durante la segunda mitad.
J. Correa (4): como no se caracteriza por estacionarse en el área y se mueve más por los costados, el seleccionado careció de un referente en ese sitio durante la segunda parte del encuentro. Cuando combinó con Lo Celso lo hizo bien, pero no tuvo profundidad debido a que posee otras características que Lautaro Martínez.
Pezzella (5): le tocó jugar por la lesión de Romero, como primer marcador central, y sus primeras intervenciones fueron con brusquedad, lo que significó que reciba una amonestación rápidamente.
J. Alvarez: ingresó para permanecer un poco más en el área, y que el equipo pudiera retrasar un poco a los centrales visitantes. El entusiasmo que muestra cuando ingresa le permite insertarse bien con las figuras.
N. Domínguez: los últimos cuatros minutos jugó en lugar de Lo Celso. No tuvo incidencia.