Desde que Lionel Scaloni asumió la dirección técnica la selección nacional jugó 40 partidos, ganó 24 , empató 12 y perdió 4.
Se enfrentó 4 veces a Brasil: dos victorias por 1 a 0 ; dos derrotas: 2 a 0 y 1 a 0, y un empate sin goles. Tiene pendiente un partido de ida de las Eliminatorias que fue suspendido a los 5 minutos.
31 de los 40 partidos fueron contra rivales sudamericanos.
Una sola vez se enfrentó a un equipo europeo. Fue el 9 de octubre de 2019 un amistoso contra Alemania que terminó empatado 2 a 2.
Los restantes rivales no sudamericanos fueron México, Guatemala, Nicaragua, Qatar, Marruecos e Irak. Todas victorias.
En este periodo, que se inició el 7 de septiembre de 2018 conquistó una copa América y quedó en tercer lugar en otra.
Lo que aparece en el horizonte es la necesidad de cerrar bien las Eliminatorias, pero también la necesidad de jugar partidos exigentes que permitan llegar afilados al Mundial.
No es menor el dato de que sólo una vez se jugó contra un equipo europeo en este período. Hay un partido ya programado para junio del año próximo contra Italia, ganador de la Eurocopa y se harán gestiones para que el equipo mida sus posibilidades contra rivales de verdadera jerarquía.
Los números de la selección argentina son significativos y abren esperanzas, pero con rivales poderosos todo suele aclararse.
En esta última fecha sacó 4 puntos de 6 lo cual es buenísimo, pero las actuaciones estuvieron por debajo de lo que se esperaba. A Uruguay le ganó con una buena dosis de fortuna y contra Brasil bien pudo haber perdido. Atacó más (7 corners a 0) pero el rival llegó mucho mejor, al margen de que debió ser expulsado Otamendi y no cobraron un penal a Vinicius.
En definitiva, no todo es cuestión de números.