-Cuéntanos tu testimonio, hermano…
-Me siento raro, Pastor. Más raro que un helado de vitel thoné, más raro que un barrabrava de ajedrez, más raro que un hombre bala involucrado en un caso de gatillo fácil, más raro que el Chaqueño Palavecino cantando canciones de L-gante, más confundido que Máxima Zorreguieta en la parada del 113 que va a San Justo con la tarjeta SUBE con saldo negativo…
-No os preocupéis, hermano, estáis en el lugar correcto. En este cenáculo del Espíritu Santo tenemos la solución, nuestro trabajo es ayudar a los que sufren y necesitan ser liberados de todo tipo de problemas. Y vocé nos decías que te sientes raro…
-Así es, Pastor, más raro que ver al Tolo Gallego hablando de las propiedades del monoclorodifluorometano, más raro que ver a Tarzán probándose una joggineta en un shopping o más raro que ver a los hermanos Caniggia leyendo las obras completas de Sartre.
-Sí, eso lo entendí. Que estás raro…
-Más raro que el Papa Francisco pidiendo un delivery de ostias para la misa del domingo, más raro que María Kodama en un paraavalancha abrazada por uno de los Borrachos del Tablón…
-¡Y dale con eso! Acaba ya con las comparaciones, hermano. Y cuéntanos más específicamente sobre tu sufrimiento, que aquí te liberaremos de esa esclavitud espiritual que te atormenta… ¡Le diremos no a la angustia! ¡Le diremos basta a la tristeza y al desconsuelo! Os diremos…¡Pare de sufrir!
-Es que justamente eso es lo que me hace sentir raro. Desde anoche no tengo más nada para sufrir. Clasificamos para el Mundial 4 fechas antes de terminar las eliminatorias. La Scaloneta lleva 27 partidos sin derrotas, el arco del Dibu Martínez tiene como 500 minutos sin recibir goles. No sé, yo estaba acostumbrado a otra realidad, a sufrir hasta el último minuto de la última fecha de clasificación. Usted no sabe lo que sufrimos siempre los argentinos para clasificar. Si hasta con Maradona en su mejor momento, con Bilardo afilado y jugadores más que experimentados tuvimos que sufrir para clasificarnos al Mundial del 86 que al final ganamos. ¿Y para el Mundial 94? Después de la paliza que nos dio Colombia 5 a 0 tuvimos que ir con la cola entre las patas a jugar un repechaje contra Australia… Y eso que aquella selección de Basile venía de salir campeona de América dos veces seguidas…
-No comprendo mucho de lo que hablas, hermano. Pero ten confianza que Jesús está contigo…
-¿Qué Jesús? ¿Gabriel Jesús, el que anoche entró por Cunha faltando 5 minutos para que termine el partido? Y qué puede hacer ese chabón si no pudo hacer nada para cambiar el resultado. Pasa, Pastor, que ya no necesito más venir a este antro. Ya no tengo motivos por qué sufrir. Al menos hasta que empiece el Mundial de Qatar, claro. ¿A propósito? ¿Usted que ya clasificó, tal vez sabe ¿cuánto me cuesta un boleto de acá a Qatar? Algo tranqui, baratito, onda Flybondi pero internacional. Y ahora que me voy a ahorrar el diezmo que le pago a usted por venir acá, creo que llego justito…
-Vocé confunde todo, hermano.
-Ah… ¿te dolió lo del diezmo, no?
-Vocé estais equivocado. Tu vida está plagada de problemas y motivos para sufrir: eres argentino…Y Satanás de a poco se irá apoderando de tu país.
-Para nada. Que Milei haya sacado 2 diputados me tiene sin cuidado. Ustedes tienen a Bolsonaro de presidente, ¿hay algo peor que eso?
-Estáis confundido, hermano. Mais yo tengo la solución: el aceite sagrado que todo lo cura…
-Brasil, decime qué se siente…
-Acaba con eso, hermano. Estáis raro…
-Claro, más raro que astronauta con vértigo, más raro que un escándalo sin Wanda Nara de protagonista… más raro que…