Raúl Vera Barros, responsable del espacio Clínica Psicoanalítica y Práctica Forense, responde a las preguntas sobre la película El niño pez de Lucía Puenzo, en la Segunda Noche Preparatoria al próximo Encuentro del Campo Freudiano: "Asuntos de familia, sus enredos en la práctica" a realizarse los días 14 y 15 de setiembre en Buenos Aires.

--¿Qué posición conviene al analista frente a una época en la que las ficciones jurídicas son desmanteladas en forma evidente por las actuales presentaciones de la locura?

--La película se construye alrededor de una leyenda guaraní: un lago que retiene a los ahogados. El ahogado es aquí un niño, a manos de su joven madre, "la Guayi". ¿Una Medea? Hay que añadir el incesto, el padre de la criatura es su mismo progenitor. La trama deriva en que la amante de la Guayi, Lala, mata a su vez a su padre, Juez Federal. Parricidio e incesto. Constituyen también la fuente de la culpa inconciente en la referencia freudiana al Edipo. Lacan destacaba en 1950 que ninguna legislación vigente incluía explícitamente al incesto ni al parricidio como delitos.

--¿Qué ha cambiado como para que hoy varias legislaciones los incluyan?

--En una entrevista en 2008 J.‑A. Miller (1) se refiere al llamado "chacal de Austria": Josef Fritzl, de 73 años. Había encerrado en un sótano a su hija y a tres de los siete hijos que tuvo con ella durante 24 años. Lo excepcional no era el incesto sino la regularidad y el método en la continuación de un crimen inmundo. "A la vez un padre severo, el padre de la ley ‑-señala Miller-‑ cuyo rigor implacable sorprendía a los que le veían regir su familia de arriba, y, con su familia de abajo, un Padre gozador, fuera de la ley". Por esa misma época en Rumania el nuevo código penal desincriminaba el incesto entre adultos que lo consintieran (2). Recientemente en México (3) una madre que había dado en adopción su bebé lo busca 18 años después, se enamoran y forman pareja. Reciben una condena: prohibición de verse y posibilidad de ir a prisión de no cumplirlo. La pareja se ríe del fallo, recibe apoyo de un grupo que defiende las parejas formadas dentro de lo que se denomina la Genética de Atracción Sexual y planea huir a un estado con legislación más permisiva. Precisamente, Miller ubica un "dinamismo jurídico de la sociedad" (4) en el que las leyes que se dan hoy las sociedades son reclamadas por diversos grupos de presión, comunidades de goce que aspiran al derecho a su manera de gozar. Constatamos que las locuras, criminales o descriminalizadas, que van desde la fijeza del goce en el fantasma al salto al vacío del pasaje al acto, desbordan hoy los marcos legales e institucionales de manera inédita.

--¿Qué estatuto tienen hoy en la sociedad crímenes como el incesto y el parricidio? ¿En qué se convierten el Derecho y la condena, cuando el derecho ya no es garantizado por la universalidad y autoridad del padre y el castigo no expía nada?

--Creo que el analista que una su horizonte a la subjetividad actual no podría desconocer las múltiples maneras en las que se presenta lo sintomático, la excepcionalidad de los casos ni la singularidad en los modos de gozar.

(1) Miller, J.A. "El caso Fritzl", entrevista, Le Point 08/05/2008.

(2) "Rumania despenaliza el incesto porque "no todo lo que es inmoral debe ser ilegal", Infobae, 19/03/2009.

(3) "Madre e hijo son novios y van a la cárcel por su relación", Clarín, 09/08/16.

(4) Miller, J.A., Piezas sueltas, págs. 377/8, Paidós, 2013.