El ciclista Ramiro Sagasta, de 44 años, falleció el martes último a causa de quemaduras en el 90% de su cuerpo. Fue encontrado ya gravemente lesionado en la ruta provincial 28, a la altura del kilómetro 14, por transeúntes que intentaron auxiliarlo y llamaron a la Policía. Ayer la fiscala Verónica Simesen de Bielke brindó una conferencia de prensa en la que aseguró que "no hubo testigos presenciales de lo que ha ocurrido" y por ahora, "las hipótesis son muchas" y "no se puede descartar ninguna hipótesis".
El hombre fue trasladado todavía consciente al Hospital San Bernardo pero falleció una hora después. Logró hablar con el personal médico, según se supo, habría hecho referencia a otra persona, pero no alcanzó a dar nombres. La fiscala se excusó de dar detalles de lo que dijo la víctima porque es objeto de investigación. Ante la pregunta de si fue un ataque, respondió que "posiblemente".
Sagasta había salido en su bicicleta en el marco de una rutina habitual que tenía los martes, ya que trabajaba por la tarde en una empresa de cámaras de vigilancia privada, según informó Simesen de Bielke.
"Es un caso poco común. Se está analizando posiblemente un perfil criminal de haber llevado adelante estos hechos", manifestó la fiscala.
Y si bien dijo que no se descarta la hipótesis del robo, señaló que la bicicleta y el casco, "que tienen un valor económico importante", se encontraron en el lugar, donde también hallaron un barbijo. "Normalmente cuando tenemos estas hipótesis de homicidio criminis causa, no encontramos los elementos de pertenencia de la víctima", sostuvo, aunque insistió que de todas formas "no vamos a descartar al inicio (esta hipótesis) sino que vamos a seguir trabajando en eso".
Además, los objetos personales encontrados, según especificó Simesen de Bielke estaban "intactos". "De acuerdo a lo manifestado por la esposa pertenecen a la víctima y quedaron resguardados en el Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) para los cotejos biológicos", agregó. Detalló que también se encontraron retazos de prendas que podían pertenecer a la víctima, y plástico que será analizado.
Simesen de Bielke explicó que la zona en la que fue encontrado Sagasta es aledaña a una banquina, describió que es una recta en la que hay un árbol y pastizales.
El cuerpo se encontraba ayer en el servicio de tanatología forense del CIF, y se esperaba el resultado del examen de PCR para realizar luego la autopsia. Tratarán de determinar las lesiones que tenía la víctima y además también deben especificar qué tipo de combustible fue el utilizado.
Respecto a las medidas que tomó la Fiscalía, Simesen de Bielke indicó que pidió el relevamiento de cámaras de la zona de Lesser, por donde corre la ruta 28, y algunos otros elementos que permitan determinar qué ocurrió. Además, indicó que analizarán cámaras privadas en el barrio Los Mirasoles, de donde era vecino Sagasta. "Las hipótesis son muchas, en una investigación de esta naturaleza no se puede descartar ninguna", manifestó.
Ante las versiones mediáticas que circularon respecto al hecho, la fiscala aclaró que no hubo ningún testigo presencial que haya visto que a esta persona se le arrojó líquido. En cambio, una persona dio a las autoridades afirmando que el hombre había tenido un accidente en un costado de la ruta.
"Estamos con todo el equipo, venimos de una reunión interdisciplinaria con toda la gente del CIF, con la directora del CIF, Gabriela Buabse, para poder analizar en forma conjunta con las unidades que tiene el CIF sobre los indicios que se encontraron en el lugar del hecho", sostuvo.
"Son varias las hipótesis que tenemos que manejar al inicio, tenemos que ser muy prudentes con la información que damos, nos sirve mucho el testimonio de amigos, vecinos, de familiares sobre el estado de la víctima, o sobre la posibilidad de haber sido amenazado por alguna situación", explicó la fiscala. "No existe información por lo menos de los testimonios recabados hasta el momento de que el hombre tuviera problemas con alguien, ni económicos. Era una persona de buen trato con sus amigos y su familia. Trabajó muchos años en Telecom, luego estaba trabajando en una empresa de cámaras privadas", amplió.
Sin embargo, entre las hipótesis mencionadas por la fiscala está la de la muerte por intervención de terceros, o que haya sido un siniestro vial, aunque no encontraron elementos que encuadren con esto. "Todas las hipótesis en este momento de la investigación están abiertas", insistió Simesen de Bielke.
"Siempre dispuesto a ayudar"
Ramiro Sagasta estaba casado y tenía dos hijxs pequeños. En las redes sociales familiares y amigos sucedieron mensajes describiéndolo como una buena persona, trabajadora, y también dando por sentado que fue víctima de un ataque.
Entre los comentarios, se destacó el de su amigo y compañero de trabajo Pablo Echazú, que lo despidió destacándolo como "Un ser humano ejemplar", "siempre dispuesto a ayudar".