La revista Rolling Stones publicó una extensa investigación periodística sobre el cantante Marilyn Manson en la que lo acusó de convertir el estudio de música de su departamento en West Hollywood en una cámara de tortura insonorizada llamada "Bad Girls Room" ("la habitación de las chicas malas"), donde castigaba y abusaba de sus novias.
Según la investigación, que se desarrolló durante 9 meses y contó con el testimonio de más de 55 personas cercanas al músico, cuyo nombre real es Brian Hugh Warner, la sala había sido construida por el inquilino anterior del apartamento con el propósito original de ser una cabina de grabación, pero Manson la rediseñó cuando se mudó para convertirla en un cuarto de tortura.
Se trababa de "una celda de confinamiento solitario utilizada para torturar psicológicamente", aseguraron a la Rolling Stones varias ex parejas del músico y otros asistentes que trabajaron con él. "Dicen que Warner solía desterrar a sus novias allí, manteniéndolas dentro durante horas y horas para castigarlas por las más pequeñas transgresiones percibidas", publicó la revista.
El año pasado, más de una docena de mujeres acusaron a Manson de abuso psicológico o sexual en varias en entrevistas con los medios Los Angeles Times y People. Cuatro de ellas, además, presentaron demandas civiles.
Ashley Walters, asistente de Manson y una de las demandantes, señaló que el cantante disfrutaba contarle a la gente sobre la celda y "siempre lo hacía en un tono de broma y de fanfarronear". Otro asistente, Ryan Brown, que trabajó con Warner durante ocho años, dijo que nunca vio una mujer confinada ahí, pero que era bien sabido el nombre del cuarto y lo que supuestamente pasaba.
Incluso el propio Manson, recordó Rolling Stone, habló del macabro lugar en diálogo con distintos medios: "Si alguien es malo, puedo encerrarlo y está insonorizado", dijo en 2012 durante una entrevista. Estas declaraciones, hechas mucho antes de que surgieran las acusaciones contra el músico, eran tomadas como parte de la excéntrica y misteriosa personalidad de quien es también conocido como el "Anticristo" o el "Rey de las Tinieblas".
La "habitación de las chicas malas"
Una de las mujeres que denunciaron haber pasado por la "habitación de las chicas malas" durante su relación con Manson es Ashley Morgan Smithline, quien demandó al músico por agresión sexual y encarcelamiento ilegal.
Smithline describió el cuarto como un espacio similar al de un "camerino de una tienda de ropa" y dijo que "al principio, lo hizo sonar genial". "Después lo hizo sonar muy punitivo. Incluso gritaba, nadie me escucharía", recordó.
Según relató, a Manson le gustaban las peleas físicas y aunque al principio ella respondía, después aprendió "a no luchar contra eso porque le estaba dando lo que quería’'. "Simplemente iba a otra parte de mi cabeza", contó Smithline, refiriéndose al tiempo que duraba encerrada.
El resto del departamento, detallaron otras mujeres que pasaron por situaciones similares, estaba decorado con sangre, esvásticas y fotos recortadas de revistas porno. "Había vaginas por todas partes", precisaron. Otros testimonios recuerdan un mensaje pintado con aerosol sobre su cama que decía "SIDA".
Las alfombras, los muebles y la decoración eran negros, al igual que las cortinas que usaba para tapar la luz de todas las ventanas casi las 24 horas del día. La temperatura se mantenía gélida: una ex novia se refirió al apartamento como un "refrigerador negro" mientras que otra persona cercana a Manson lo comparó con un "armario de carne". Si alguien ajustaba el termostato por encima de los 17 grados, Warner hacía berrinches y destruía muebles, relataron algunos testimonios a la Revista Rolling Stones.
Más víctimas
Otra de las mujeres que denunció a Manson es Esmé Bianco, una actriz que participó en la serie de HBO Game of Thrones, donde interpretó el papel de Ros, una prostituta que trabajaba en un burdel y era abusada repetidamente.
Ella denunció que Manson abusó verbalmente de ella con frecuencia, la privó del sueño y la comida, la mordió, la cortó, la electrocutó y la azotó sin su consentimiento. También contó que la violó durante los dos años que permanecieron juntos.
En una oportunidad, incluso, Warner la persiguió por el departamento con un hacha. "Ese fue un último momento para mí", reconoció Bianco a Rolling Stone, quien dice que se sintió "en peligro inminente". Marcharme "fue mi mejor intento de sobrevivir", agregó.
Al igual que Ashley Morgan Smithline y Ashley Walters, Bianco demandó a Manson por agresión sexual y tráfico sexual. Estos casos aún no han sido resueltos por la justicia.