En el mediodía de este jueves se dio a conocer el parte médico de Lucas González, el jugador de las inferiores del club Barracas Central de 17 años baleado por la Policía de la Ciudad, el cual arrojó que el joven presenta una "condición neurológica crítica".

"Paciente de 17 años derivado en nuestra Institución en las primeras horas del día de la fecha desde el Hospital General de Agudos Dr. José María Penna de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por presentar deterioro neurológico agudo secundario a herida penetrante, aparentemente causada por proyectil de arma de fuego", comienza el parte difundido por el Hospital El Cruce.

Además, en la publicación se detalla que el jugador ingresó "en estado crítico, recibiendo soporte artificial de funciones vitales".

"Actualmente se encuentra internado en el área de Admisión del Paciente Crítico de nuestra institución. Permanece mecánicamente ventilado con apoyo hemodinámico y medidas de soporte vital. Su condición neurológica es crítica. Se están realizando los estudio pertinentes para definir su pronóstico", concluye el texto.  

Por su parte, la letrada Lorena Blanco dialogó con Télam e indicó que el joven baleado “tiene muerte cerebral”.

Por otro lado, la abogada informó que no hay ningún detenido en el marco de la causa, ni policía ni civil, que el expediente está por el momento caratulado como "averiguación de ilícito” y que los tres adolescentes serán llamados a declarar en las próximas horas, luego de quedar en libertad esta mañana. 

A raíz de los hechos, tres policías de la Policía de la Ciudad que participaron del ataque en el que el González fue herido de dos tiros en la cabeza fueron hoy apartados de las tareas operativas en la fuerza, según informaron fuentes del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño, que inició un sumario administrativo.

"Se inició un sumario interno a los policías que participaron del procedimiento a la espera de la resolución judicial. Además se los apartó preventivamente de tareas operativas, es decir no están en la calle", precisaron los voceros.

La madre denuncia un caso de gatillo fácil

La madre del adolescente baleado en la cabeza por uno de los policías de la Ciudad denunció que fue víctima de un caso de gatillo fácil, que los efectivos "tiraron a matarlo" y que le "plantaron" un arma de fuego para simular un enfrentamiento.

"Es un caso de gatillo fácil porque no pueden sacar un arma y dispararle a unos pibes. Tiraron a matármelo. Esa gente (por los policías) no está capacitada para andar con un arma. No hay esperanza, no tiene signos vitales, está muy mal, hay que esperar, está en manos de Dios", denunció Cintia en diálogo con Télam.

El hecho ocurrió ayer a las 9.30 cuando, en circunstancias que aún son materia de investigación judicial, el adolescente y tres amigos se movilizaban en un Volkswagen Suran y al detenerse en un kiosco situado sobre la calle Luzuriaga, de Barracas, fueron interceptados por efectivos de la brigada de la Comisaría Vecinal 4C quienes, según su versión, creyeron que iban a cometer un robo.

La policía dijo que los jóvenes se negaron a ser identificados, embistieron con el vehículo a dos efectivos y tras una persecución a los tiros que se extendió hasta el cruce de Alvarado y Perdriel, el futbolista fue hallado herido de dos tiros en la cabeza en el asiento del acompañante, dos de sus amigos fueron detenidos y un tercero escapó, aunque más tarde se presentó en sede policial con su madre y quedó aprehendido.

Al igual que Cintia, los demás familiares de los chicos detenidos rechazaron la versión policial y aseguraron que no habían cometido ningún delito y que acaban de salir de un entrenamiento, ya que se habían ido a probar a las divisiones inferiores de Barracas Central.