Carolina Donati se dio cuenta en su nuevo disco que quería decir más, ser más clara y concreta en las letras de las canciones. La cantante, compositora y guitarrista acaba de publicar su segundo álbum, Arde (2021), un conjunto de ocho canciones que transitan por una sonoridad pop pero que tienen como eje la canción y el qué. "Me di cuenta de que las canciones que más me gustan son las que tienen algo en la letra que me toca una fibra, que me identifica, y quise tratar de lograr lo mismo", dice la artista, que presentará el disco en formato banda el 28 de noviembre en La Tangente. "Dejé salir más cosas en éste que en el primero, que era más críptico."
--¿Qué cosas, por ejemplo?
--Conecto muy fácilmente con el dolor, porque a todos nos hace necesitar expresarnos de la manera que sea. Cuando estoy feliz o alegre, estoy muy ocupada y entretenida con esa felicidad, entonces no me siento a escribir sobre eso. El momento de escribir es un estado de introspección que suele suceder cuando estás medio en una. Me propuse hablar más de mis emociones, de lo que siento y lo que me pasa.
En Arde hay preguntas sobre sí misma, pero también sobre el camino a seguir, el lugar que ocupa la música y una búsqueda constante para encontrar un equilibrio entre la honestidad creativa y las reglas que impone la industria musical. Una inquietud que no es solo suya, sino de toda una generación.
En lo sonoro, en este disco continúa la búsqueda del anterior, Lo que quedó (2019), pero encuentra un registro más vintage, más orgánico y menos sintético. "Si bien estaba la idea de mantener el sonido, hay cambios y propuestas nuevas ahora. Y me animé a volver a cosas un poco más clásicas. En el primero hay más sintes, y ahora volví un poco más a Los Beatles", resalta la cantautora oriunda de zona norte.
Lo que también cambió en el nuevo trabajo es la producción de las canciones. En este caso, trabajó con cuatro productores: Pablo "Pol" Giménez de El Zar (con quien ya había colaborado), Yago Escriva de Ainda, Juanito el Cantor y Hernán "Cherno" Rojkin, también integrante de su banda.
"Venía de tocar las canciones sola con mi guitarra, en modo cantautora. Toda la producción que hicimos con Pol en el primer disco me encantó, y no podía creer que mis canciones pudieran ir por ese lado", dice. "Estaba muy fascinada, por eso quería hacer otro disco pronto. Lo llamé para continuar lo que veníamos haciendo pero me empezaron a venir ganas de ver qué pasaba si agarraba mis canciones y las trabajaba con otras personas", explica.
El Zar, de hecho, colabora en la canción Pasaje directo, que tiene aires de britpop y melancolía folk. La voz suave de Carolina Donati luego se combina con el magnetismo de Jazmín Esquivel, otra invitada, en Culpable. Ambas protagonizan el video de la canción. "Me gustan mucho los videos medio cinematográficos: que pase algo, que haya una historia", dice Carolina, que en el clip va a recuperar un corazón robado. "Y este es uno de mis temas preferidos, porque es muy simple y visceral."
--¿Te sentís parte de alguna escena o estás buscando un lugar?
--No me siento muy parte de lo que se denomina escena indie porteña. Sí siento que desde que saqué mi primer disco, tuve una ayuda externa que me hermana con todos estos proyectos. Y tengo muchas amistades y colegas cercanos que son parte de esta escena. Pero desde el punto de vista del vivo casi no he compartido con bandas como El Zar. Y a la vez no sé si tengo ganas de pertenecer a una escena puntual y me pregunto si es posible hacer un camino propio sin ser parte de una escena específica.
--¿Cómo equilibrás entre ser honesta con tu canción y no desatender las lógicas de la industria y la recepción?
--Es un tema que lo tengo recontra en la cabeza, todo el tiempo. De repente, más de lo que me gustaría. Por un lado amo hacer música, siento que es una necesidad y lo voy a seguir haciendo. Pero además de disfrutar haciendo música, no puedo no pensar en el otro, en la oreja que recibe esta música. Y ahí es cuando me empiezo a preocupar, porque siento que estamos en un momento de la industria en el que hay ciertas reglas a seguir para jugar ese juego. Entonces las veo, las entiendo y trato de seguir algunas, pero hay otras reglas con las que no me siento muy cómoda.
--¿Por ejemplo?
--Cuando siento que lo que hago pasa a ser más una estrategia que realmente encontrar la forma honesta para que llegue esto que hice, ahí es cuando me salta la alarma. Entonces, por ejemplo, hay dos colaboraciones en este disco: El Zar y Jazmín Esquivel, y la verdad es que soy muy fan de ambos proyectos y sé que están más posicionados que yo. Pero me voy a dormir con la conciencia tranquila porque fueron dos selecciones muy honestas y afines a las canciones. Entonces, trato de buscar el balance entre la honestidad y la estrategia.