El intento de la Policía de la Ciudad por tapar el caso de gatillo fácil que se cobró la vida de Lucas González se desmorona. El abogado de la familia Guillermo Poletti sostuvo que puede ser un "hecho confunso para el común de la gente, pero tenemos recontra claro lo que pasó: fue un hecho de gatillo fácil, de negligencia policial". Poletti describió cómo los efectivos porteños interceptaron a los jóvenes, les dispararon y luego detuvieron a dos amigos de Lucas, menores de edad, durante 24 horas sin ninguna acusación en su contra.
El abogado de la familia señaló que en el caso está clara la "negligencia por parte de la Policía de la Ciudad" no soló en el operativo --en el que los efectivos porteños actuaron de civil-- sino en lo que continuó tras haber disparado contra Lucas "ocultando cosas y diciendo que eran delincuentes". En ese sentido, descartó la versión que filtró el gobierno de la Ciudad respecto del hallazgo de un arma de plástico en el baúl del auto en el que viajaban los jóvenes.
"La realidad es que no había nada en el auto, lo que digan que apareció es mentira. Doy fe de la condición de los chicos, de sus padres, los conozco y sé a que se dedican", señaló Poletti, en diálogo con Radio con Vos, quien dijo asumir la representación de la familia de Lucas por conocer a sus padres de toda la vida, del barrio en Florencia Varela, donde Lucas falleció en la tarde del jueves en el Hospital El Cruce.
"Los policías saben que se equivocaron"
El abogado confirmó que Lucas y sus cuatro amigos habían salido del entrenamiento en Barracas Central, donde jugaban en la sexta división, rumbo a sus casas en Florencio Varela y se detuvieron a comprar un jugo en un kiosco. En ese momento, contó Poletti, fueron interceptados por un Fiat Siena con policías de la Ciudad de civil y uno de ellos les apuntó con el arma desde la ventana.
La versión filtrada por la fuerza de seguridad porteña es que los agentes de la Comisaría Vecinal 4C creyeron que los jóvenes iban a cometer un robo, cuando bajaron a comprar un jugo.
El letrado explicó que el amigo de Lucas que conducía una Volkswagen Suran se asustó al ver a una persona de civil apuntádole y volanteó para esquivar el Fiat Siena y escapar de la situación. En ese momento, sucedieron los disparos que mataron a Lucas. Poletti contó que lo que sucedió no fue una persecusión, como indica la versión oficial, sino que los jóvenes en el escape buscaron ayuda y se detuvieron al encontrar a oficiales de la Policía de la Ciudad.
"Le dispararon a mi amigo, me quieren robar", reconstruyó Poletti el pedido de auxilio del amigo de Lucas. Sin embargo, lo ocurrió fue otra cosa: "En ese momento, llega el Siena, bajan los efectivos y les ponen precintos a los chicos y los detienen", contó el abogado de la familia de Lucas. "¿Si hubiesen estado cometiendo un ilícito van a ir buscar a la policía?", subrayó el letrado.
En ese sentido, Poletti agregó que "a los 20 minutos, los policías tenían dos abogados que los representaban. ¿Si obraron bien para qué los necesitan. Ya saben que se equivocaron".
"Los chicos están aterrorizados, no paran de llorar"
El abogado de la familia de Lucas contó en la entrevista que conoce a Lucas desde chico y explicó que él iba con sus amigos desde Florencia Varela a entrenar a Barracas Central tras decidir buscar una posibilidad que no habían conseguido en las inferiores de Defensa y Justicia, el equipo del partido del sur del Conurbano.
Poletti, que reconoció sentir "rabia" por lo ocurrido con el asesinato de Lucas, apuntó sobre la detención irregular de los amigos del adolescente víctima de gatillo fácil al indicar que los mantuvieron detenidos durante 24 horas "sin ninguna actuación" policial que lo justificara.
"Si vieran la cara de los otros tres chicos, son unos bebes de 17 años, que están aterrorizados y no paran de llorar. Son tres chiquitos hijos de padres trabajadores, que lo único que hacían era estudiar y jugar a la pelota, con un único anhelo llegar a jugar en Primera", describió el letrado.