Amigos, vecinos y familiares de Lucas González, el joven futbolista muerto por la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, participaron de dos movilizaciones para pedir justicia. La primera tuvo lugar en el Hospital el Cruce, en Florencio Varela, donde el adolescente permanecía internado desde la madrugada. Luego, cuando se confirmó la noticia de su muerte, los parientes de Lucas decidieron rodear a la comisaría del barrio porteño de Barracas.
"Si la policía nos asesina, ¿quién nos cuida de la Policía a nosotros? Eran todo menores. Lucas era uno de mis mejores amigos, y nadie me lo devuelve", expresó Rebeca, entre llantos, una de las amigas de Lucas González.