Una vez finalizado el multitudinario acto en Plaza de Mayo por el Día de la Militancia, el presidente Alberto Fernández recibió en la quinta de Olivos a una treintena de intendentes bonaerenses de la primera y tercera sección electoral. El clima era de celebración y como tal, el asado es la mejor forma de acompañar un momento de esas característicias. El Presidente les agradeció a los intendentes la remontada de votos que dejó al Frente de Todos bonaerense en una condición de empate técnico al haber conseguido la misma cantidad de diputados que Juntos por el Cambio. El encuentro sirvió también para avanzar en un tema que desvela a los jefes comunales: la reelección. No encontraron obstáculos ni en el Presidente y tampoco en el gobernador Axel Kicillof. Pero sí con Sergio Massa. También se charló largo y tendido sobre los próximos dos años, el aprovechar el envión electoral para trasladarlo a gestión diaria y, también, la "institucionalización" del FdT que, en algunos sectores, genera algo de ruido. "Serán dos años intensos y díficiles", advierten los hombres del Presidente.
Fernández recibió a los intendentes acompañado de Kicillof, Massa, el jefe de Gabinete Juan Manzur, el canciller Santiago Cafiero y el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro que, a la sazón, terminó siendo el dirigente de La Cámpora de mayor rango en la cena. Llamó la atención la ausencia del jefe del bloque de diputados, Máximo Kirchner. Según los comensales, el propio Presidente dijo que el legislador tenía otro compromiso. La ausencia fue llamativa si se tiene en cuenta que incluso durante la organización del acto del miércoles La Cámpora no había sido invitada. Algo que se subsanó rápidamente no sin antes una queja expresada por el propio De Pedro.
Más allá de ese momento de "tensión", el encuentro discurrió en un buen clima. "La cena fue un ámbito de discusión política y hubo planteos profundos", detalló el intendente de Morón, Lucas Ghi en diálogo con AM 750 y agregó: “Pedimos espacios en el Frente de Todos para dirimir diferencias y construir acuerdos". A su vez, Ghi agregó que "hay que institucionalizar los debates y generar ámbitos estables de intercambio y reflexión que no sean los mediáticos".
Entre los funcionarios presentes estuvieron también los ministros Gabriel Katopodis (Obras Públicas), Juan Zabaleta (Desarrollo Social) y Jorge Ferraresi (Hábitat) y, por la provincia de Buenos Aires, el jefe de Gabinete, Martín Insaurralde.
La institucionalización del Frente de Todos no es una propuesta nueva sino que es algo que está en la cabeza del Presidende desde hace tiempo. El lanzamiento de la segunda etapa del gobierno de Fernández fue el momento elegido para habilitar su debate. El envión que le pusieron a la campaña electoral más el aprendizaje que dejó la dura derrota en las PASO sirvieron para que esta iniciativa encuentre eco entre las diferentes tribus del FdT para evitar la "fuga" de los que no pudieron participar de las primarias. Hay sectores más afines al kirchnerismo que creen ver en esta iniciativa cierta intención de limitar el poder de Cristina Fernández de Kirchner, pero ese tema no se discutió en la cena del miércoles.
Durante la comida también se habló de otorgarle a la gestión en cada estamento donde el Frente de Todos tenga representantes, una dinámica similar a la de una campaña electoral: mucho contacto con la gente y siempre en el territorio porque, saben, que el camino hacia las elecciones de 2023 por ahora es cuesta arriba.
En este sentido, el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza dijo en una entrevista radial que "hay que redoblar los esfuerzos. Siempre digo que, cuando más acompaña la gente, más responsabilidad tenemos", dijo. Luego, y sobre la cena con el Presidente, afirmó que "fue una reunión muy fructífera, cara a cara. Hablamos de llevar adelante los cambios estructurales económicos, de seguridad, de macro economía, respecto a exportaciones, el dólar, el acuerdo con el fondo monetario", detalló.
De todo eso se habló, pero también de las reelecciones de los jefes comunales.
Según los comensales, el tema de la reelección de los intendentes fue parte del discurso de Kicillof, quien tras agradecer la energía puesta en la campaña electoral, les anunció su compromiso por llevar adelante en la legislatura provincial una modificación a la ley que les impide la reelección a buena parte de los intendentes del peronismo. Un anuncio que provocó un aplauso entre los presentes y las miradas se posaron en la vicegobernadora Verónica Magario. No es para menos, el debate seguramente superará el 10 de diciembre, fecha en la que el recambio en el Senado bonaerense mostrará el empate en 23 legisladores del FdT y de Juntos por el Cambio. Un escenario que obligará, en más de una oportunidad, a Magario a desempatar.
Más allá del aplauso, el tema generó un pequeña tensión porque Massa no está de acuerdo con esta modificación. En 2016 los legisladores bonaerenses del Frente Renovador acompañaron el proyecto de la entonces gobernadora María Eugenia Vidal. Pero la tensión no pasó a mayores. Al fin y al cabo estaban de festejo.