A medida que avanza la Ley de Envases con Inclusión social en el Congreso- el proyecto obtuvo esta semana dictamen de comisión en la Cámara de Diputados y ya está lista para tratarse en la próxima sesión- crece la polémica. La Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (AmCham) la calificó de "propuesta anacrónica" mientras que desde el lado cartonero afirman que "mienten para no pagar".
El proyecto presentado por el oficialismo y organizaciones sociales busca reducir el impacto de la producción sobre el medio ambiente a través de la creación de una tasa ambiental que deberá ser abonada por los productores responsables de los envases puestos en el mercado. La tasa no podrá superar el 3 por ciento del precio mayorista de venta del producto envasado. Con lo recaudado plantea la creación de un fideicomiso administrado por la banca pública para fortalecer los sistemas públicos de gestión de envases y promover la inclusión de las y los recicladores.
REP
La Responsabilidad Extendida del Productor (REP) es el deber de cada uno de los productores de hacerse responsable económicamente de su producto, en el camino que abarca desde el diseño del envase que lo contiene y con el que se lo comercializa, hasta su disposición final.
"Las empresas nucleadas en AmCham Argentina están comprometidas con el cuidado del ambiente y el paradigma de la economía circular, más aún, están convencidas de la necesidad de un adecuado marco regulatorio para el tratamiento y manejo de los envases utilizados en la comercialización de todo tipo de productos, que sea armónico con los estándares internacionales y compatible con la tecnología disponible en el país", señaló la Cámara en un comunicado.
Desde el sector cartonero aseguran que la tecnología ya está siendo usada en el país: "El proyecto de ley incentiva a las empresas a fabricar envases más amigables con el ambiente a través de una tasa ambiental, que es determinable en función del costo de la gestión del envase y varía según la composición del mismo. Es decir que, cuanto más ecológico es el envase, menor es el valor de la tasa. Asimismo, la incorporación de la tasa ambiental busca desalentar y reducir los componentes más dañinos para el ambiente y premiar aquellos envases que tengan mejores características de reciclabilidad, incidencia ambiental, ecodiseño y que incorporen materiales reciclados en su composición. Los productores también pueden optar por sistemas de retorno, como ya lo hacen algunas empresas que producen gaseosas o cervezas".
Además, es un principio que se aplica en varios países del mundo. "Es subjetivo cómo presentan el tema. Las mismas empresas que se manifiestan, en otros países como Uruguay o Chile, tributan. El tema es la matriz de distribución de esos recursos", afirma Ramiro Martínez, presidente de Conarcoop y uno de los creadores de Creando Conciencia.
Autorregulación empresarial
Bodegas de Argentina, la cámara del sector del vino, aseguró que comparte el principio de responsabilidad extendida " que nos cabe sobre los envases de nuestros productos y somos custodios del cuidado del medio ambiente. Apoyamos toda iniciativa tendiente al cuidado del mismo, pero no compartimos que la forma de implementarlo consista en la aplicación de un impuesto que se suma a la ya insostenible carga tributaria que tenemos”.
Desde la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores responden que "la experiencia internacional muestra el fracaso de la autorregulación de los productores y de facultar a las empresas para que se supervisen a sí mismas a través de sistemas de gestión propios" y ponen como ejemplo el fracaso de la violación de la ley de residuos que establece la responsabilidad de las empresas fabricantes e importadoras de fitosanitarios (envases de agroquímicos) a gestionar la recolección y el posterior tratamiento de los envases comercializados considerados peligrosos.
"Hoy en día, los productores son “free riders” o “polizones”, ya que se benefician por la colocación de envases en el mercado sin hacerse cargo del costo de gestión y externalizan los costos, que lo terminan pagando los recuperadores con su trabajo informal y el conjunto de la sociedad con contaminación ambiental, lo que afecta a generaciones futuras", aseguran desde el sector de los cartoneros.
El problema de los residuos
Argentina produce 50 mil toneladas de residuos diarias que terminan en basurales a cielo abierto, rellenos sanitarios, ríos o en el mar, contaminando el ambiente y a las comunidades. Una gran parte de los residuos son envases post consumo, es decir que fueron colocados en el mercado sin responsabilizarse por qué pasa luego de que son desechados. "Hoy, los únicos que evitan que el sistema colapse son los 150 mil cartoneros y cartoneras que recuperan el material reciclable, trabajando muchas veces en pésimas condiciones", explican desde la la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores.
Otra arista de la problemática de residuos es que actualmente la industria argentina importa materia prima reciclada, lo que genera una pérdida de divisas. Durante 2020 se importaron más de 90 mil toneladas de residuos, que podrían recuperarse en nuestro país a partir de la implementación de sistemas de reciclado, generando puestos de trabajo.