Una bomba de proporciones inimaginadas le estalló en las manos a Michel Temer y podría hacer implosionar su gobierno. Según divulgó ayer el diario O Globo, el presidente de Brasil fue grabado por Joesley Batista, uno de los dueños de JBS Friboi –el mayor frigorífico el mundo–, dando su aval a la compra del silencio del ex jefe de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, quien finalmente fue condenado a más de 15 años de prisión por su participación en la trama de corrupción en la petrolera estatal Petrobras. Cunha fue cercano aliado del mandatario y considerado motor y cerebro del juicio político que destituyó a Dilma Rousseff. Delante de Batista, el mandatario señaló al diputado Rodrigo Rocha Loures, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMBD), que lidera Temer, para resolver un asunto del holding J&F Investimentos, controlado por JBS, se desprende de las filtraciones realizadas por O Globo en su página web. Luego, según el diario, el diputado fue filmado recibiendo una valija con 500.000 reales (unos 160.000 dólares) enviados por Batista. No bien se difundió la grabación que involucra a Temer, la oposición exigió la apertura de un juicio político contra el presidente. El diputado Alessandro Molon, del partido Red de Sustentabilidad, anunció el inicio el tramite de apertura para que se lleve a cabo un juicio político, o “impeachment”, contra el jefe de Estado, informaron los medios locales.
La información revelada por O Globo involucra a nuevos delatores en un nuevo megaescándalo de corrupción que socava el sistema político de Brasil: los hermanos Joesley y Wesley Batista, que sirvieron de carnada para Temer y Neves en filmaciones controladas por la fiscalía y la policía federal. En una de las conversaciones, según las filmaciones de marzo pasado en poder de la Fiscalía General de la República citadas por O Globo, Temer es informado por Wesley Batista que le estaba pagando a Cunha y al lobbista Lucio Funaro, presos en la Operación Lava Jato, para que permanezcan callados y no entreguen a nadie.
“Hay que seguir haciendo eso”, dice Temer en la grabación revelada por el sitio online del diario de Rio de Janeiro. Joesley Batista entregó a la Corte Suprema la grabación, en la cual también consta que Temer negoció la entrega de 500 mil reales, unos 150 mil dólares, en concepto de coima para resolver asuntos del gigante JBS con el Estado. El dinero lo recibió el diputado Rodrigo Rocha Lourdes, quien fue filmado, siempre según O Globo.
Los hermanos Batista estuvieron el miércoles pasado declarando todo ante siete abogados en el despacho del juez de la Corte Suprema Edson Fachin, instructor del caso Lava Jato para personas con fuero privilegiado. O Globo informó además que Joesley Batista y su hermano Wesley, dueños de JBS Friboi, una de las mayores exportadores de carne a nivel mundial, intentan cerrar un acuerdo de colaboración con la Justicia, como ya hicieron 77 ex directivos del grupo Odebrecht, implicado en el caso Petrobras.
Temer también fue citado en varios de los testimonios que dieron a la Justicia los ex ejecutivos de Odebrecht, pero la ley impide investigar al jefe de Estado por hechos ocurridos antes de su mandato. También la edición online del diario O Globo publicó que el ex candidato presidencial derrotado en 2014 Aécio Neves, un senador aliado de Temer, le pidió unos 2 millones de reales (600 mil dólares) a los dueños de JBS para pagar su defensa en la Operación Lava Jato, una transacción que se hizo y fue filmada.
Asimismo, O Globo señaló que el dinero fue entregado al primo de Neves en una cena que resultó filmada por la Policía Federal, que rastreó el dinero y descubrió que fue a parar a una empresa del senador Zeze Perrella, de su mismo partido. Joesley Batista relató, según el diario, que el ex ministro de Hacienda brasileño, Guido Mantega, también implicado en el caso Petrobras, era su contacto en el Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenecen los ex presidentes Dilma Rousseff y Luiz Inácio Lula da Silva, ambos salpicados por el escándalo. Según Joesley, citado por O Globo, con Mantega se negociaban los sobornos distribuidos a los petistas y a los aliados de sus Gobiernos.
Asimismo, reveló que también había realizado el pago de cinco millones de reales (unos 1,6 millones de dólares) a Eduardo Cunha, después de ingresar en prisión, en concepto de coimas y añadió que todavía le debía 20 millones de reales más (unos 6,5 millones de dólares) por la tramitación de una ley de incentivos fiscales para el sector del pollo.