El Parlamento francés aprobó una ley que pone fin a la explotación comercial de animales. A partir de 2024 no se podrán exponer los perros y gatos a la venta en las tiendas de mascotas ni tampoco utilizar animales en circos o tener granjas de visones criados para aprovechar sus pieles.
Además de luchar contra el maltrato animal, la iniciativa busca evitar las compras impulsivas que pueden conducir a los abandonos de las mascotas. Se calcula que cada año hay unos 100.000 abandonos.
El trámite parlamentario finalizó en el Senado con el apoyo al texto de 332 votos, frente a solo uno en contra y diez abstenciones, lo que pone en evidencia el elevadísimo grado de consenso, que también se había dado en la Asamblea Nacional.
La ley contra el maltrato animal refuerza las sanciones contra los que no cuiden de forma adecuada a los animales de compañía, con un régimen de propiedad y de regulación mucho más estricto. Además, marca el fin de la cautividad de especies salvajes con fines comerciales.
El maltrato estará castigado con penas de hasta tres años de cárcel y 45.000 euros de multa en caso de muerte. Además, en ambos casos se retirará la autorización para tener otras mascotas.
El plan para hacer efectiva la ley
Para que se cumpla este último punto, en un plazo de dos años se prohibirá la adquisición y la reproducción de animales salvajes y los circos ya no podrán tener ninguno en siete años.
También quedarán proscritos los delfines utilizados en espectáculos en los acuarios en cinco años. Únicamente podrán mantenerse allí cuando formen parte de programas de investigación científica homologados por el Estado.
En el caso de las granjas de visones, la prohibición entrará en vigor en cuanto se promulgue la ley.
Para poder tener un animal de compañía, habrá que obtener siete días antes un "certificado de sensibilización" en el que se recuerdan las obligaciones para su cuidado (atención veterinaria y de vacunación) así como los costes derivados.