El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva reivindicó en su gira por Europa que su país puede estar de vuelta en la escena internacional a partir de las elecciones del próximo año. "Tengo que volver para recuperar el prestigio internacional de Brasil y que el pueblo pueda comer tres veces al día", planteó este domingo, luego de anunciar su intención de ser candidato a la Presidencia en las elecciones de octubre de 2022, una decisión que definirá en los próximos cuatro meses.
Tras una activa gira por Europa, que lo llevó a Alemania, Bélgica, Francia y España, Lula detalló en una entrevista con el diario español El País las razones que lo motivan a no dejar la arena política y a luchar por un Brasil y por un mundo "más humano en el que todos tengan lo elemental".
Al término de su presidencia en 2010, recordó el referente del Partido de los Trabajadores (PT), Brasil estaba posicionado en la escena internacional "en una situación de crecimiento económico y respetabilidad". En cambio, hoy en el Brasil de Jair Bolsonaro "hay 19 millones de personas que pasan hambre", lamentó el ex mandatario.
"Hoy (el país) está en quiebra. Tenemos más desempleo e inflación. Y el hambre que había acabado en Brasil en 2014 volvió con mucha fuerza. Brasil era un protagonista internacional. Y todo se desmanteló", repasó.
"No puedo admitir que el mundo produzca más alimentos de los que la humanidad puede comer y que tengamos 800 millones de personas con hambre en el mundo. Ni que en Brasil, que es el tercer productor de alimentos del mundo, la gente esté pasando hambre", agrego.
Es ese injusto escenario el que "me da ganas de pelear, me hace ser joven". Aunque "parece que tengo 76 años, tengo la energía de los 30 años", bromeó. "El mundo no puede seguir así. Por eso tengo ganas de hacer política", insistió.
Las palabras del expresidente brasileño llegan luego del anuncio que hizo este sábado, cuando manifestó su intención de postularse como candidato a las próximas elecciones, decisión que definirá entre febrero y marzo próximos, ya que, explicó, este paso "no depende de la voluntad personal".
"Yo tengo que construir con otra gente y con otros partidos un programa para Brasil. Tengo que hacer una alianza, porque lo importante no es solamente ganar las elecciones, es poder gobernar", reflexionó el ex jefe de Estado.
"Todas las encuestas demuestran que mi Gobierno está considerado el mejor que hubo en Brasil: ha sido el mejor momento de inclusión social, de universidades, de aumentos de empleo y sueldo; los pobres y más humildes también conquistaron la ciudadanía", destacó. Y añadió: "Si yo vuelvo a la presidencia, no puedo hacer menos de lo que hice. No puedo fracasar. Tengo que volver para recuperar el prestigio internacional de Brasil y que el pueblo pueda comer tres veces al día".
Para ello, indicó el exmandatario, habría que perfeccionar el programa Hambre Cero con el que sacó de la pobreza a millones de brasileños y gracias al cual, junto a un conjunto de políticas públicas, "Brasil llegó a ser la sexta economía mundial" en 2018, dijo.
Actualmente, contrastó, "es la decimotercera. Se destruyó la empresa de ingeniería, las empresas de agua y gas, la industria naval. Dejamos de ser un sueño para los inversores extranjeros y empezamos a ser una pesadilla". Su obligación como militante, señaló, "es intentar resolver los problemas del pueblo brasileño".
"La única razón por la cual puedo ser candidato es porque tengo la conciencia de que yo puedo ayudar al pueblo pobre de Brasil. Puedo ayudar a que trabaje, coma y vaya a la universidad. Ya lo hicimos", concluyó.