Lo’ Pibitos regresan a los escenarios de Buenos Aires, y lo harán con una excusa peculiar. Así como sucedió recientemente con Los Auténticos Decadentes en el estadio Obras, donde celebraron sus 35 años, la banda cultora del funk y el rap también decidió romper con la tradición de los festejos redondos. Por lo que este lunes en el Teatro Coliseo, a las 21, conmemorarán la década y media de su fundación. “Fue una especie de toma de conciencia”, reconoce A.B.R.E., vocalista del grupo. “Nunca contamos los años, pero en la pandemia nos dimos cuenta de que habían pasado 15 desde que creamos el grupo. Y dijimos que el próximo recital que hiciéramos iba a ser para celebrar ese aniversario”. Además, la particularidad de este show será doble porque se trata asimismo de su debut en un teatro. “Al menos en uno importante, y éste lo es”, aclara el artista.
-Antes de que la ciudad china de Wuhan se volviera tristemente célebre, ustedes llenaban todo lugar en el que tocaban. ¿Creen que esta vez será igual?
-Como la banda fue creciendo lentamente, proporcionalmente para arriba, se logró mantener. No creo que haya cambiado mucho el tipo de público que nos sigue. Esperamos volver a verlos en esta fecha. Aunque es cierto que hoy hay mucha más variedad de artistas para ir a ver y para escuchar, en comparación a cuando comenzamos. Eso abrió el juego.
A pesar de que la pandemia conspiró contra sus planes, la banda forjada en el barrio porteño de Villa Crespo en 2006 logró salir a flote. “Fue un parate grosso para nosotros”, reconoce A.B.R.E., quien es hermano de otros dos integrantes del grupo: el guitarrista Rody Infinito Arbe y del percusionista Jean Luka Arbe. “Un proyecto como éste pasa por todo. Son 15 años, somos personas con sus vidas y proyecciones. Los intereses personales suelen competir muchas veces contra los colectivos. Aunque esta época nos dio un respiro para reorganizarnos”. Aparte, durante el hiato, dos de sus músicos se fueron a tocar con Nicki Nicole, secundando así los pasos de su antiguo bajista. “Lo que confirma que Lo’ Pibitos es un semillero de músicos. Esto sirvió para replantearnos hacia dónde vamos y qué queremos. Estuvo bueno, no fue negativo. Todo lo contrario”.
-¿Es cierto que se separaron dos veces durante la pandemia?
-Algo así pasó. Hubo decisiones individuales que generaron tensiones, pero se pudieron volver a reunificar las intenciones y los deseos de cada uno. Cuando bajó la espuma, se empezó a ver el caminito. Seguimos en campaña.
Si bien ahora se encuentran preparando su nuevo single, que llevará por título “Penas” y está inspirado en la murga uruguaya, Lo’ Pibitos se acercó a la música rioplatense durante la cuarentena. De lo que da fe su single “Levántate y anda”, funk que cuenta con los teclados de Hugo Fattoruso y en el que rescatan la voz de Facundo Cabral, a través de un pasaje tomado de un audiolibro. “Contiene un mensaje muy hermoso y positivo”, describe el vocalista. “Mi viejo nos acercó a Cabral, de la misma forma que a Atahualpa Yupanqui. Como son artistas que trascienden generaciones, nuestra misión es tratar de transformar la cultura rescatando del pasado los valores de la música”. Cinco meses más tarde, en octubre de 2020, la banda puso a circular otra canción inédita, “Bajo la lluvia”, basada en la cultura okinawense. “La letra habla sobre un concepto muy budista que es el samsara”.
-Si tomamos en cuenta que el siguiente tema que publicaron mira hacia Africa, pareciera que Lo’ Pibitos están aputando hacia la multiculturalidad…
-Ese tema, “En otra dimensión”, es un afropop. Es un género que desarrollaron nigerianos y africanos que van a Inglaterra. El que se encarga de aportar estas ideas es mi hermano Jean Luka, quien es también uno de los productores de Lo’ Pibitos. Siempre está en la búsqueda de mezclar culturas. En este caso, le compró un beat a Shiba (artista originario de Nigeria) hace un par de años. Y quedó el contacto. Cuando se flexibilizó la cuarentena, nos juntamos y salió el tema. Ahí le preguntamos a él si quería hacer el featuring. Todo fue gracias a la Internet y estas modalidades.
-Si algo los sigue distinguiendo es su fascinación por el groove.
-El mercado latinoamericano urbano está tomando todo, y ahora disfruta de su apogeo. Siempre fue un desafío para nosotros, más tomando en cuenta que no somos afroamericanos. Esto de la cadencia es mundial.
-Al momento de hablar de música urbana en la Argentina, Duki, Wos, Nicki Nicole o Bizarrap saltan entre las referencias. Pero ustedes también hacen música urbana.
-Comenzamos con esto cuando el hip hop aún era alternativo, y no había explotado acá. Era más under. Nosotros entramos con una propuesta de banda, y era raro. Y con el tiempo se fue solidificando. La cultura del hip hop se maneja por época y núcleos, y quedamos medio afuera. Tampoco es que venimos de las batallas de freestyle, si bien tocamos el género y rapeamos. Pero sí, hacemos música urbana.
-¿Creés que artistas como ustedes o Militantes del Clímax le allanaron el camino a grupos como Banzai FC y Nafta?
-Esa lectura es un orgullo para nosotros. Nunca me detuve a pensar que fue por obra nuestra. Pero cuando hacés algo y llega, le despierta la posibilidad a otros. Bandas de funk hubo antes. Lo’ Pibitos hacemos funk, rap y rock porque estuvieron los Illya Kuryaki. Y además los escuchamos desde chicos. El rap en español, y con banda, era raro antes. Usar el funk y el rap abrió posibilidades.
-Son entonces el esalbón entre los Kuryaki y la actual generación de grupos de funk.
-De eso sí nos hacemos cargo. Emmanuel Horvilleur va a ser uno de los invitados en el Coliseo. Y con él tenemos una conexión. Su padre, Eduardo Martí, tocó con mi papá. Eran parte una banda de los setenta, de rock progresivo, llamada Pacífico. Sacaron un LP (La bella época, 1972) en pleno apogeo de los setenta.