Ochenta y tres años de edad, más de cien libros publicados. Apenas dos cifras para dar una idea de la vitalidad de la escritora estadounidense Joyce Carol Oates, prolífica, versátil, incansable. Varios de sus temas favoritos vuelven y se reinventan en cada uno de sus libros pero al mismo tiempo resulta difícil definir o encasillar su escritura literaria. ¿Popular? Claro. ¿Trabajadora de la noche? También. La saga gótica Bellefleur (1980) la destaca como una de las referentes contemporáneas del género: son libros tétricos, divertidos y también escalofriantes. Es excepcional también su manejo de la violencia en novelas como Zombie (1995), por ejemplo, sobre un asesino serial basado en Jeffrey Dahmer; incursiona con auténtica perversión en el erotismo más retorcido, la violencia sexual y el abuso, desde nouvelles ambiguas como Una hermosa doncella (2010) o la terrible Daddy Love, (2013) en la que niños secuestrados son criados por sus abusadores. Por supuesto, también es notable en biografías noveladas (Blonde, 2000, sobre Marilyn Monroe), ensayos y memoirs (Sobre el boxeo, 1987 y Memorias de una viuda, 2011), o largos textos de ficción que se centran pero nunca evangelizan sobre “grandes temas” como Un libro de mártires americanos de 2017, una trama compleja sobre el aborto en EE.UU. en la que nadie sale bien parado y mucho menos los “correctos”, o Carthage (2014), novela de misterio y desaparición pero también una reflexión sobre los veteranos de guerra y la perpetua indiferencia y desconfianza de una sociedad que mandó a morir a sus jóvenes a cuenta de la más intrincada geopolítica.
Ahora Fiordo Editorial vuelve a publicar Joyce Carol Oates (ya lo hizo con la novela Persecución y la colección Tan cerca en todo momento siempre) con uno de los géneros que mejor maneja y que, casi recubre toda su obra como un enorme paraguas -con excepciones, claro--. Cardiff junto al mar lleva el subtítulo “cuatro novelas de suspenso” y lo son, pero sobre todo se trata de nouvelles góticas con suspenso. Cierto, algunos de los textos fueron publicados en la clásica revista de thriller y policial Ellery Queen, que edita crime fiction de Oates desde 1992, pero ninguna de las historias es sobre un crimen y su resolución con procedimiento forense, ni intervienen detectives o investigadores ni hay mucho que descubrir. En el centro de todas hay una mujer joven, a veces adolescente; y lo que las acecha puede ser el pasado, un trauma, un hombre manipulador, un violento, alguien frente al que están indefensas y sin embargo encuentran herramientas para cuestionar el lugar de víctima. Oates indaga el tema de la víctima –especialmente en mujeres, pero no siempre-- en casi toda su ficción y es un rol que la desvela, que reescribe una y otra vez, como si buscara desentrañar su naturaleza compleja, la capacidad de la víctima de convertirse en pura venganza, la debilidad como manipulación y también la imposibilidad de vencer ese lugar; no hay en Oates historias de renacimiento, más bien hay una indagación en la oscuridad. Todo esto con una prosa sencilla y atractiva, que deslumbra y atrapa, con textos livianos en estilo y muy densos en contenido (con excepción de varios ejercicios como la depravada Zombie, contada desde el punto de vista del asesino en un monólogo insano).
Las cuatro novelas incluidas en Cardiff junto al mar presentan personajes y escenarios muy reconocibles para los lectores de Oates y también perfectos como punto de partida para entrar en la extensa obra de la autora. Una mujer sola y acechada por elementos que combinan lo real con lo sobrenatural y lo imaginario –la realidad es un espejo que tiembla, que no llega a romperse, pero cede sobre todo ante las oleadas del trauma infantil-. A Cardiff junto al mar la protagoniza Clare, una joven universitaria que atiende el teléfono despreocupadamente y se entera de que es heredera, le han dejado una propiedad en el pueblo del título, en Maine, lejos de donde ella vive pero cerca, se entera, del lugar donde nació y creció durante sus primeros años, antes de ser adoptada en Minnesota. Clare viaja en busca de su herencia y de su identidad: a la manera de un cuento de hadas es recibida por dos tías ancianas que hablan atropelladamente, se completan las frases y la atiborran con comida de dudosa procedencia. Pronto los detalles de su historia configuran el trauma olvidado, lo traen al presente aunque quizá no se trate de recuerdos genuinos; el tono subyacente es de amenaza y de presencias de otro mundo: a su alrededor, en su sangre, en esa casa que ahora es suya y vivió una tragedia, en el silencio de sus padres adoptivos, en el secreto que al ocultar el hecho más importante de su vida la convierte en un fantasma. Miao Dao no es tan convincente como Cardiff junto al mar pero Oates maneja con destreza las emociones de una adolescente que vive entre divorcios, bullying, la fascinación por los gatos salvajes de un terreno baldío cerca de su casa y la potencialidad de un abuso del que debe defenderse sola. Fantasmagórica: 1972 también apareció en Ellery Queen y es un relato de campus: la estudiante, que de alguna manera refiere y replica a la Alice Liddell de Lewis Caroll se encuentra entre dos hombres (mayores que ella), un profesor que la fascina y un poeta residente que la adora: el aborto, la fascinación por el “protector” que se vuelve predador, la joven indefensa, Oates baraja todos estos elementos y también la duplicidad de sentirse protegida a costa de resignar el deseo; la novela no es lo mejor de la colección pero precede a lo más notable de este libro, El niño que sobrevivió, un magnífico cuento de fantasmas inspirado en el suicidio de Sylvia Plath: aquí se trata de la poeta N.K., feminista, excéntrica, bipolar, que se quita la vida en su auto dejándolo encendido en el garaje. Tiene a su hija en brazos y la niña también muere. Hay algo de Otra vuelta de tuerca de Henry James en la llegada a la mansión de Elisabeth, la nueva esposa joven del viudo millonario y su encuentro con Stefan, el niño a quien su madre le “perdonó” la vida y que parece vivir entre dos mundos, etéreo y hermoso y temible, como todos los habitantes de espacios liminales. Filicidio, leyenda literaria, casona, sombras dignas de un relato de Daphne Du Maurier: en pocas páginas, lo tiene todo. Fue publicada originalmente en Echoes: The Saga Anthology of Ghost Stories, la clásica colección periódica, en este caso de 2020, que edita la famosa promotora de la literatura de terror Ellen Datlow. Oates nunca ha dejado de aparecer en publicaciones populares, compartiendo cartel con autores jóvenes y desconocidos: es parte de su entusiasta y heterodoxa posición literaria que esquiva el bronce, el respeto como un sudario antes de tiempo y prefiere la mezcla con nuevas voces que la mantienen obsesiva, inquieta, dando clases en dos universidades y sobreviviendo a todos sus esposos.
Este es un libro clásico de Oates: sus lectores conocen estas historias y las disfrutan; los recién llegados tienen en Cardiff junto al mar una puerta de entrada ideal.