El cimbronazo de la derrota electoral aún sacude al Partido Justicialista de La Pampa, donde las disputas internas conspiraron contra las chances de oficialismo provincial que hacía 36 años que no perdía una elección. La selección de los candidatos, su pertenencia a determinados espacios de la coalición y su representación territorial desataron las diferencias al interior del Frente de Todos. La caída a manos de Juntos por el Cambio, que le sacó diez puntos de diferencia en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (Paso) de septiembre profundizaron las desavenencias. La épica de repetir la remontada que encabezó el exgobernador Carlos Verna en una elección similar en 2017, se diluyó rápidamente cuando el propio Verna y su espacio le quitaron el cuerpo a la campaña electoral en todo el norte pampeano sin representación en la boleta del FdT. Por lo que el esfuerzo del resto de oficialismo, que logró revertir el resultado en Santa Rosa y otras localidades de la provincia, sólo alcanzó para reducir la ventaja del triunfo opositor a seis puntos. Para JpC, su victoria en La Pampa fue parte de “un plebiscito en gran parte del país contra el Gobierno nacional”, aunque admiten que las diferencias en la estrategia del PJ provincial colaboraron para conseguirla.

Tras la derrota, el gobernador Sergio Ziliotto se abocó a tratar de bajarle los decibeles a la confrontación interna. Se reunió con un grupo de intendentes peronistas (vencedores y vencidos) para delinear el trabajo territorial. Al tiempo que desde ambos entornos reconocían que hubo una conversación telefónica entre Zioliotto y Verna, donde se comprometieron a dejar las tensiones de lado y trabajar juntos para 2023, donde se pondrá en juego la gobernación que el PJ pampeano mantiene desde el retorno democrático.

Disputa interna

Todas las heridas no están aún cicatrizadas, aunque el oficialismo provincial evita exponerlas públicamente. Tampoco hacen referencias a las disputas internas que colaboraron en la derrota que complica al Gobierno nacional: dejó con una banca menos al FdT en el Senado donde perdió el quórum propio; lo mismo que en Diputados donde la representación de oficialismo y oposición quedaron divididas en partes casi iguales. Pero que no tendrá su réplica para el oficialismo provincial, donde las 30 bancas de la Cámara de Diputados pampeana se renuevan junto a la elección de gobernador.

Las divergencias en el FdT de La Pampa comenzaron con la definición de los candidatos para la elección legislativa nacional, La búsqueda de equilibrio interno para alcanzar una lista única y sortear las PASO no terminó de conformar a todos los sectores. El ministro de Gobierno pampeano, Daniel Pablo Bensusán (PJ) fue el elegido para encabezar la boleta de senadores junto a María Luz Alonso, referente de La Cámpora y actual secretaria administrativa del Senado Nacional. Mientras que Varinia Marín (hija del ex gobernador Rubén Marín) iba al frente de la lista para diputados con Ariel Rauschenberger (PJ).

Verna mostró su disconformidad porque la boleta del FdT no llevaba ningún candidato de General Pico, la segunda ciudad más importante de la provincia y eje económico del ganadero norte pampeano. El ex gobernador tenía allí a su propio candidato: el actual senador y dirigente del gremio de Empleados de Comercio, Daniel Lovera, que no tuvo lugar en la lista.

La dura derrota en las PASO, donde las 5 listas de JpC sumaron el 48,7 por ciento de los sufragios contra el 38,2 del FdT (unos 20 mil votos de diferencia), exacerbaron las diferencias en el oficialismo pampeano. No pocos dirigentes peronistas se aferraron entonces a la idea de repetir la épica remontada de la legislativa de 2017, cuando en pleno auge macrista Verna encabezó la campaña que logró revertir por apenas un puñado de votos una diferencia similar.

Aunque la ilusión se extinguió cuando Verna (el “gran elector del peronismo”, como lo definen los propios) decidió sacarle el cuerpo a la campaña. La decisión se extendió a la mayoría de los intendentes del vernismo, que tuvieron escasa participación proselitista y la intendenta de General Pico, Fernanda Alonso, se tomó 15 días de licencia antes de la elección general.

Actitudes que también se reflejaron en el resultado electoral. Mientras que en Santa Rosa (gobernada por el camporista Lucian Di Napoli) el peronismo dio vuelta la elección primaria igual que en muchas otras localidades; en General Pico JpC ensanchó en dos puntos la diferencia a su favor.

La remontada final del peronismo sólo alcanzó para achicar a nivel provincial la diferencia que JpC sacó en las Paso. El resultado final de la elección general (que sumó 21 mil electores que no votaron en las primarias) fue del 48,27 por ciento (101.842 votos) para JpC, que se alzó con dos bancas de senadores y dos de diputados; y el 42,19 (89018) para el FdT, que consiguió una banca para cada cámara del Congreso nacional.

De cara al 2023, no pocos en el PJ también posaron la vista en el resto del escrutinio. Las otras tres listas de izquierda que participaron de los comicios cosecharon en conjunto casi el diez por ciento de los votos en una elección polarizada: el FIT (4,27), el PS (2,92) y el MAS (2,33). Mientras que el voto en blanco alcanzó al 1,66 por ciento de los sufragios y los nulos el 2,39.

Vencedores

Distinta es la mirada de los triunfadores sobre los motivos por los que ganaron la elección. “Fue un plebiscito contra las políticas del Gobierno nacional”, afirmó a PáginaI12 el radical Daniel Kroneberger, quien encabezó la boleta de candidatos a senadores de JpC. “También con el alineamiento de la provincia con el Gobierno nacional, y el gobernador Ziliotto está muy consustanciado con el plan que encarna el modelo kirchnerista”, agregó el senador electo.

Para Kroneberger, “el rechazo de los pampeanos a las políticas del gobierno nacional” no pudo modificar “la intención del peronismo de provincializar la elección”, “a pesar de toda la ayuda económica que recibió de La Nación por lo que estaba en juego en esta elección provincial para el Congreso, y especialmente en el Senado donde perdieron el quórum propio”.

Aunque esquivó poner las diferencias en el PJ como un de los motivos centrales del triunfo opositor, Kroneberger admite las dificultades en la “estrategia” que se trazó el peronismo. “Es cierto que la lista oficialista no tenía representantes de General Pico, la segunda ciudad mas importante de La Pampa, donde nosotros estuvimos muy bien representados por nuestros candidatos. Dieron vuelta la elección en Santa Rosa y otras localidades, con menos votos que la diferencia que sacamos en las Paso, pero en Pico aumentamos nuestros votos”, sostuvo el ahora senador nacional.