Las criptomonedas se volvieron, durante la pandemia, un activo financiero al que algunos sectores de clase media se volcaron con más fuerza. Si bien no hay datos oficiales, se estima que en Argentina hay 1 millón de usuarios y esta cifra crece mes a mes. Página|12 consultó a diferentes especialistas sobre este mercado.
Las criptomonedas son un activo financiero que, como cualquier otro, se negocia en los mercados. Detrás suyo hay una tecnología específica y entre los creadores de la primera criptomoneda, el bitcoin, hay también una ideología y una propuesta política en cierto sentido anarco capitalista. Sin embargo, la mayoría de las personas que compran y venden criptomonedas no lo hacen ni por la ideología originaria ni porque están apostando a las ventajas de la tecnología blockchain, sino que lo hacen como una opción de inversión de la misma manera que podrían estar comprando una divisa, una acción o un bono. Entonces la relación que tienen las personas que compren criptomonedas es una relación asimilable a la relación que tienen con cualquier otro activo financiero.
“El problema que presentan las criptomonedas es que a veces se confunde la idea de ahorrar y de invertir. Una persona que compra criptomonedas está invirtiendo, porque la gran mayoría de las criptomonedas exhiben un alto nivel de volatilidad. Lo cual implica que así como su precio puede subir abruptamente y generar una ganancia de capital grande en un lapso muy corto también puede caer muchísimo en muy poco tiempo generando una pérdida de capital”, explicó un especialista en el negocio, que prefirió mantener su identidad en reserva. “Quien ahorra -continuó- lo que busca en general es un instrumento que tenga baja volatilidad, no necesariamente un retorno elevado, porque quien ahorra lo que está queriendo hacer es separar una parte de un ingreso para acumularlo en vistas a un fin futuro como comprar un bien de capital, irse de vacaciones, lo que sea. Quien ahorra lo que espera es poder disponer de esos fondos a futuro”.
“Esa es una distinción que hay que hacer porque si alguien de clase media quiere ahorrar y para eso está comprando criptomonedas evidentemente está cometiendo un error porque no está comprendiendo el instrumento que está utilizando para canalizar su ahorro”, remarcó el especialista.
“Dado el tamaño del mercado, el precio de las criptomonedas aún es muy volátil, de manera que la decisión de ahorro o inversión dependerá del nivel de riesgo que se esté decidido a asumir y en particular del plazo. En el corto/mediano plazo es probable que la criptomoneda pase por importantes caídas, de manera que no sería una buena opción si se trata de fondos que puedo llegar a necesitar en algún momento específico y deba vender sí o sí a pesar de que en ese momento el precio se encuentre incluso por debajo del precio de compra”, apuntó Agustin Crivalli, economista y docente de la UBA.
Hay historias de personas que se volvieron millonarias invirtiendo en criptomonedas, “lo hay que entender es que esa gente no estaba ahorrando, sino que estaba especulando. Aquellos que están buscando ahorrar o cubrirse de la inflación, las criptomonedas no son lo más recomendable, salvo que sea una criptomoneda estable, pero todo lo otro es la timba pura, es mucho más volátil que comprar acciones”, agregó Crivalli. “Creo que es fundamental que la información esté disponible para que cada uno decida qué hace con su dinero y no se tomen decisiones equivocadas”, completó.
“Los riesgos principales están ligados a las posibles estafas, producidas centralmente por la falta de conocimiento de muchas de las personas que comienzan a operar sin estar debidamente informadas de los resguardos y medidas de seguridad que deben tomarse. Generalmente la búsqueda de grandes ganancias en poco tiempo es el factor que termina generando comportamientos inseguros que pueden derivar en la pérdida de los fondos invertidos. En resumen, lo central en este punto es informarse debidamente antes de comenzar a operar”, recomendó Crivalli.
El mercado de las criptomonedas en el país es sumamente dinámico y grande. Argentina tiene uno de los ecosistemas de criptomonedas más desarrollados del mundo y con mucha potencialidad. Operan más de 250 empresas fintech ligadas a las criptomonedas, lo cual incluye no solo las casas de cambio digitales (exchanges) sino una amplia gama de servicios financieros e incluso una de las consideradas mejores billeteras de bitcoin del mundo.