Se aprende del error, siempre que sea posible aceptarlo
Fracasa, fracasa y fracasarás mejor
En un sistema donde la acumulación es sinónimo de éxito, fracasar -aun siendo tan común- parece el final del camino. Sin embargo, no sólo no es un punto final sino una de las maneras del aprendizaje. Sin fracasos no habría descubrimientos científicos, por ejemplo. Además, las satisfacciones más intensas nacen de insistir. Y volver a insistir.





















