Alemania atraviesa una situación "dramática", como la calificó la saliente canciller Ángela Merkel, con un 68% de su población vacunada y una curva de nuevos casos en ascenso desde fines de octubre.
¿Por qué, entonces, hay tanta gente que sigue siendo reacia a dejarse colocar las dosis contra la covid? Según los especialistas y las autoridades alemanes los motivos centrales son: la influencia de los partidos de extrema derecha, la difusión viral de información falsa y la falta de confianza en los consejos de las autoridades de salud pública.
Un estudio realizado por la Universidad Tecnológica de Dresde, en Sajonia --el Estado federado más afectado por la cuarta oleada del virus en el país y el que tiene la tasa de vacunación más baja (57,7 por ciento)-- señala que las personas que se alinean con la política de derechas son menos propensas a vacunarse.
En ese sentido, Marco Wanderwitz, representante gubernamental para los estados de la antigua República Democrática Alemana (RDA), relaciona la menor aceptación de las vacunas con la fuerza del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) en esas regiones del este del país.
Por su parte, el primer ministro de Baviera, Markus Söder, indicó que el "elevado número de 'Querdenker' --'Pensadores laterales', movimiento de protesta contra medidas anti-covid-- y 'Reichsbürger' --'Ciudadanos del Reich', agrupación que cuestiona la legitimidad del Estado alemán moderno-- son parte del problema".
"Sí, aquí viven personas amantes de la libertad que están hartas del paternalismo y que toman decisiones autodeterminadas sobre sus vidas, así como sobre su salud, ¡y eso es algo muy bueno!", declaró recientemente el líder regional de la AfD Björn Höcke.
Por otra parte, ya en 2019, un estudio citado de la Fundación Friedrich Ebert concluyó que el 46 por ciento de la población germana considera que "las organizaciones secretas influyen en las decisiones políticas". Por lo que se puede sumar como hipótesis que, en términos generales, Alemania parece ser un terreno fértil para las teorías de la conspiración. Pero sería un error asumir que toda la indecisión alemana sobre las vacunas proviene de esas teorías o la cruzada "libertaria" de la extrema derecha.
"Entre los que se oponen a las vacunas, el 31 por ciento pertenece al entorno liberal-intelectual", indica la consultora Komm.Passion en base a los resultados de su análisis de las redes sociales. Además de informaciones "con influencias rusas" y usuarios cercanos a la AfD, sus investigadores encontraron un "núcleo social-ecológico-esotérico" entre los antivacunas alemanes.
Un portavoz del Ministerio de Sanidad de Baviera hizo una observación similar: "El bando escéptico no pocas veces está en una buena posición económica, bien educado y abierto a métodos de tratamiento médico alternativos". En Alemania, la medicina alternativa está muy arraigada y muchas personas acuden a menudo a quienes ofrecen estos tratamientos.