Que una cantante y compositora siciliana, Patrizia Laquidara, escriba “una fábula intrigante” intitulada La Rana nella Pancia, o que una autora y productora cultural tana, Regina Nadaes Marques, publique un cuento breve de amor para deshacerse en lágrimas (Ti amo. Dimenticami), no debería llamar especialmente la atención. Pero sí que lo ha hecho, amén del peculiar –y exitoso, por qué negarlo– formato en que sendos textos han sido publicados. Acabando, por cierto, tanto en bibliotecas como en vinotecas de Italia; siendo cada relato un acompañamiento ideal para saborear una copa de tinto dulce e intenso al momento de la lectura. Todo gracias a Librottiglia, simpático proyecto conjunto de la firma creativa Reverse Innovation y la winery Matteo Correggia, que presentó como packaging de ciertos varietales “etiquetas-libros”; léase, rótulos que, lejos de ser mera presentación del producto, son pequeñitos ejemplares de varias páginas, con letras que -a decir de sus creadores- hacen de maridaje soñado para acompañar tal o cual uva.   
“Hoy en día leemos libros en computadoras, tablets, celulares ¿Por qué no hacerlo en una botella de vino?”, se interrogó el equipo creativo detrás de la iniciativa; advirtiendo cómo, “tras años de discusión acerca de los digital versus lo analógico, es válido presentar otra posible alternativa: lo enológico en contraste a lo digital”. Petite humorada para ilustrar lo propuesto: papel con textura y peso específico envolviendo –como está– el paquetón envase, que “busca ofrecer una experiencia literaria multisensorial”. Aunque sin pasarse de la raya; finalmente, acaso para asegurarse que los relatos de las escritoras no devengan confuso mar de frases en mentes nubladas por tinto, cada etiqueta-libro aparece en botellas de apenas 375 ml. La cantidad justa para llenar dos copas generosas, y permitir que aficionadas/os a la cata absorban historias bien balanceadas.