Beto Riba, propietario de uno de los locales atacados a balazos el domingo por la noche, rompió el silencio y afirmó que “esto es un problema político” relacionado con la autonomía municipal de Rosario, con lo cual dio a entender que hay sectores de la Policía que se oponen a la creación de una fuerza policial que dependa del intendente y que pueden estar detrás de estas últimas agresiones.

Con respecto a sospechas del ataque ocurrido frente a su local Jorgito Juniors, donde semanas atrás el fundador de Los Monos Ariel “Viejo” Cantero se fotografió con el trapero L-Gante, Riba dijo que  “muchos datos no tenemos porque desde el gobierno y la Policía no se han comunicado con nosotros, sabemos lo que sabe todo el mundo; que pasó una moto y realizó los disparos”. En rigor hace más de un mes, L-Gante visitó Rosario para un show en el estadio cubierto de Newell’s Old Boys y se viralizó una foto con el “Viejo” Cantero. El cantante estaba vestido con una remera que tenía el logo de Jorgito Junior’s. La casaca es de un club que compite en la Asociación Rosarina de Fútbol. Sobre aquel encuentro, Riba reconoció que es amigo de los productores que trajeron al referente de la cumbia 420. Así logró coordinar el encuentro con el artista, que después posó con el exjefe de “Los Monos”.

Sin embargo los investigadores miran con mucho detenimiento este episodio: es que en un principio el recital del cantante en el estadio cubierto de Newell's iba a dejarle "algún" beneficio al Viejo y su gente, que estaba bien posicionada con la anterior gestión de Cristian D'Ámico. Pero la situación dio un vuelco de campana cuando el oficialismo de Newell's perdió las elecciones, y el encuentro musical habría terminando dejándole  --en cambio-- esos beneficios al hijo, Guille Cantero y su gente. Lo que nadie rescató hasta ahora es que la última incorporación a la lista de D'Amico antes de las elecciones fue la de un empresario gastronómico, que casualmente resultó ser Osvaldo de Marco, que no es otro que el dueño de la parrilla El Establo, baleada la misma noche que el carrito Jorgito Junior. Y que empezó a hablar la misma noche de "terrorismo", aunque su posición no era tan inocente. 

En varias entrevistas radiales, Riba repitió que “esto es un problema político entre el gobernador y el intendente, que quiere la policía municipal; pasó lo mismo con el problema de los cuidacoches”. Y agregó: “Se empeñan en que quieren una policía autónoma y están haciendo que víctimas inocentes tengan este problema”. Con respecto al ataque, Riba dijo que “pudo haber sido una tragedia”. “No miden si hay gente, chicos, grandes, tampoco si hay policías”, recordó.

Por último, Riba, que también es líder del Sindicato de Vendedores Ambulantes de la República Argentina (Sivara), contó estar “dolido porque la jefa de la Policía dijo que las balaceras están vinculadas al narcotráfico; nosotros somos una familia de 6 hermanos y empezamos con este carrito hace 31 años; toda la ciudad nos conoce, somos gente de trabajo”.

“Me aguanté que me digan lo que quieran por el tema del sindicato (de vendedores ambulantes) pero que digan esto de un negocio del que viven muchas familias, duele”, afirmó.

En Radio 2, el también cantante de cumbia amplió: “Soy amigo de Ariel Máximo Cantero, le pregunté y no tienen nada que ver. Todo el mundo sabe que yo tengo muy buena relación de amistad con él y con su familia, por eso sé que por ese lado no“.

“No tienen que mezclar todo con todo, que uno es parte de la banda y no se qué. Yo me puedo sentar a comer asado con quien quiera, la Justicia es la que debe resolver todo”, se refirió igualmente al tema en Radio Sí Riba, quien en su momento denunció que un convicto enfrentado con Los Monos, René “Brujo” Ungaro, lo había extorsionado para sacarle dinero. Fue otra vez que le habían baleado uno de sus carritos de hamburguesas, pero en Villa Gobernador Gálvez.