El presidente Alberto Fernández recibió en la Casa Rosada al exjuez de la Audiencia Nacional española Baltasar Garzón, quien destacó "la memoria como un instrumento de salvaguardia de la democracia" frente a los avances de la extrema derecha en varios países europeos, Estados Unidos y en la región.
Garzón, reconocido por su aporte al proceso de condena por los crímenes de lesa humanidad cometidos por la última dictadura militar, también destacó que en el encuentro con Fernández se habló de la "mecánica y compromiso que hay en materia de derechos humanos".
El magistrado español vino a la Argentina para participar del Curso Internacional de Derechos Humanos "Memoria, Verdad, Justicia y Democracia", donde compartió la apertura con el ministro de Justicia, Martín Soria. El curso es organizado por el Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos (Cipdh) de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). "El verdadero antídoto contra el fascismo son los Derechos Humanos, por eso es necesaria una pedagogía continuada para evitar la repetición", sostuvo Garzón.
En la reunión en la Casa Rosada, de la que también participó la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra; el jurista español sostuvo que "los logros en el plano de los Derechos Humanos corren un verdadero peligro" porque consideró que "es un momento crucial con el crecimiento de expresiones fascistas.
En ese sentido, en el curso internacional, respecto del avance de las expresiones de ultraderecha, Garzón abrió la pregunta "¿Qué pasa en países como la Argentina, en esta Ciudad de Buenos Aires, donde surge un movimiento que es protofascista o directamente fascista?".
El jurista advirtió sobre los gobiernos de ultraderecha que gobiernan en Polonia, Brasil y Hungría. "Se han vivido procesos aterradores en todos esos países y, sin embargo, se comienza a vislumbrar escenarios preocupantes contra el propio sistema democrático y de los derechos humanos", lamentó. Al adentrarse en las causas del "resurgir del fascismo en el mundo entero", el jurista comparó la situación con la crisis surgida de la gran depresión de 1929.