“No hay que descartar que se repitan otras circunstancias similares a las de la Argentina en otros países. Por eso, hay que adecuar los plazos y las tasas de interés a los volúmenes de asistencia que puedan requerir los países miembros del Fondo, especialmente los países en vías de desarrollo”, dijo este miércoles el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, en el cierre de las jornadas monetarias de la entidad.
De esta forma el funcionario se refirió a la necesidad de adecuar los plazos y las tasas de interés de las líneas de crédito del Fondo Monetario Internacional en el marco de las reformas que están en debate en ámbitos como el Grupo de los 20, sin referirse particularmente a la negociación que la Argentina lleva adelante con el organismo. Pesce recordó que más allá de estas reformas esperadas, el ejecutivo y el Banco Central trabajan intensamente para la definición de un programa con el Fondo.
El titular de la autoridad monetaria consideró importante una mayor distribución de recursos para los países vulnerables de los organismos que coordinan la arquitectura financiera internacional. “Me parece valioso explorar mecanismos bilaterales de asistencia a través de los bancos centrales y de mecanismos de swap de monedas, o la utilización de los Derechos Especiales de Giro o la ampliación de los Derechos Especiales de Giro que se dio este año a aquellas naciones que no los requieran”, apuntó.
En este sentido, Pesce consideró que es fundamental “poder canalizar estos recursos a través de la vía multilateral pero también la vía bilateral para aquellos países que requieren asistencia y que no necesariamente son países pobres, sino países de ingresos medios que tienen situaciones de estrés financiero”.
Entre otras ideas que expuso el titular del Central se destacó la necesidad de revisar la regulación de las instituciones financieras no bancarias. “Como lo afirmábamos antes de la pandemia, es preciso que haya algún mecanismo de regulación sobre las instituciones financieras no bancarias para limitar estas tendencias procíclicas que tienen y que afectan el desenvolvimiento de nuestros mercados de cambios y financieros”.
El funcionario detalló que “se requiere un cambio sobre la arquitectura financiera de los organismos multilaterales, y mejorar la regulación sobre las instituciones financieras no bancarias; y a la vez generar mecanismos a través de los organismos multilaterales que permitan compensar los efectos negativos que tienen los comportamientos de mercado y que le darían mayores grados de libertad a las políticas fiscales que tienen los países de la región”.
Por último, Pesce evaluó la relación entre la tasa de interés en Estados Unidos y el precio de las materias primas y su impacto en las economías de Latinoamérica. “La región depende del precio de las materas primas en sus balanzas de pago y el precio de los commodities está ligado al comportamiento de la tasa de interés y al crecimiento en Estados Unidos”, indicó.
Planteó que “más allá de que uno puede predecir una estrategia o una situación de largo plazo donde los precios de los commodities debieran crecer por el propio comportamiento que es esperable de la demanda, si Estados Unidos abandonara la estrategia de sostener –aún con estos niveles de inflación– las tasas de interés, no sólo podría traernos problemas desde el punto de vista financiero y de liquidez sino también en el corto plazo en el precio de las materias primas”.