En el marco de la causa que investiga el asesinato de Lucas González a manos de agentes de la Policía de la Ciudad, este martes declararon los padres de Joaquín y Julián, dos de los amigos del chico de 17 años que viajaban con él en el auto al momento de la balacera policial. Tras la declaración del testigo clave que negó que el inspector Gabriel Isassi, el oficial José Nievas y el oficial Fabián López se hayan identificado antes del crimen, los padres de los chicos ratificaron esa versión y contaron cómo sus hijos fueron detenidos por la Policía porteña luego de los hechos.  

"Pa, le pegaron un tiro a mi amigo", fue lo que le dijo Julián a su padre, Javier, en una llamada realizada después de la balacera. Javier, uno de los primeros padres en llegar al lugar de los hechos para luego denunciar lo sucedido en declaraciones públicas, es el dueño del Suran y su hijo lo manejaba ese día, con registro y cédula azul. En tanto, Joaquín viajaba en el asiento trasero. Al llegar a la esquina de Alvarado y Perdriel, Javier se encontró con su hijo detenido. 

Este martes, ante los fiscales que investigan la causa, los padres ratificaron que sus hijos creían que los habían asaltado, incluso después de que los agentes balearan a Lucas. También contaron que otros agentes los detuvieron luego de los hechos para luego derivarlos a un Centro de Admisión y Derivación, donde pasaron toda la noche del miércoles.