Tras noventa minutos paupérrimos, Sarmiento y Banfield igualaron en cero, al cabo de un tedioso encuentro disputado en el estadio "Eva Perón", en el marco de la vigésima segunda jornada de la Liga Profesional. Después de un trámite soporífero, el marcador en blanco no hizo más que calificar a ambos equipos.
Lejos de las posiciones de privilegio, ambas formaciones dejaron en exposición sus respectivas actualidades. En medio de un intenso calor, Banfield pareció algo más compacto que su rival al comienzo, pero esa ligera superioridad no logró trasladarla a la hora de generar peligro en la zona del guardavallas Vicentini.
El entretiempo los encontró inmersos en una mediocridad generalizada que se prolongó en el complemento. Pases sin sentido y yerros groseros al momento de controlar el balón, pese al buen estado del campo de juego, convirtieron al desarrollo en un espectáculo por momentos difícil de digerir.
Sarmiento, que sigue siendo dirigido por el técnico interino Martín Funes luego del desplazamiento de Mario Sciacqua, se adelantó un poco en el segundo tiempo, pero fue tal la impericia en ofensiva del dueño de casa que su adversario se fue conformando con la igualdad en la misma medida que advertía la ineptitud juninense en el rubro apuntado.
Hasta el final, el trámite no cambió y el partido se fue consumiendo en medio de un tácito pacto de no agresión que no los dejó con las manos vacías a nivel numérico, pero sí en deuda con el fútbol propiamente dicho, tras una exhibición que será olvidada más temprano que tarde.
La descontextualiza maniobra que tuvo al inspirado Cambeses ahogándole el grito de gol a Arismendi casi sobre la expiración del partido, no resultó más que un espejismo que le hubiera colocado una dosis de injusticia a un cotejo que de permitirlo el reglamento debería haber decretado la derrota de ambos.