Según un estudio publicado en ASM Journals, una especie tropical de abeja desarrolló un diente que le permite comer carne e intestinos con características similares a las de un animal carroñero.
Los investigadores creen que esta particular evolución en el animal se debe a la alta competencia de las abejas por obtener pólen y néctar, su principal alimentación.
"Son las únicas abejas en el mundo capaces de tener otras fuentes de alimento por fuera de las plantas, lo que significa un cambio sorprendente en la dieta diaria del insecto", rasaltó Carlos Vergara, entomólogo de la Universidad de California, en Riverside, quien forma parte del equipo.
Cambio tras 80 millones de años
Los abejorros y las abejas sin aguijón tienen intestinos con cinco microbios principales. "A diferencia de los humanos, cuyas entrañas cambian con cada comida, la mayoría de las especies de abejas retuvieron las mismas bacterias durante aproximadamente 80 millones de años de evolución", explicó Jessica Maccaro, estudiante de doctorado en entomología de la UCR.
Dado este cambio radical en la dieta, el equipo de investigación se propuso viajar a Costa Rica para estudiar más de cerca a las abejas. Allí dejaron pedazos de pollo crudo colgados en ramas como carnada.
Como resultado, vieron que la carnada atrajo abejas carroñeras en busca de proteínas. Normalmente, las abejas tienen "canastas" en sus patas traseras para recolectar polen. En el caso de las carroñeras, en las canastas recoletactaban pedazos de pollo.
Abejas con intestinos de carroñeros
El equipo comparó tres tipos de abejas sin aguijón: las que se alimentan tanto de carne como de flores; las que solo se alimentan de polen o las que solo comen carne. Al analizar los microbiomas de los tres tipos de abejas, encontraron los cambios más extremos en los que se alimentan exclusivamente de carne.
"El microbioma de la 'abeja buitre' está compuesto con bacterias similares a las que se encuentran en los buitres reales, así como en las hienas y otros animales que se alimentan de carroña, posiblemente para protegerlos de los patógenos que aparecen en la carroña", dijo Quinn McFrederick, uno de los investigadores.
Una de las bacterias presentes en las abejas buitres es Lactobacillus, que se encuentra en muchos alimentos fermentados de los humanos, como la masa madre.
Otra curiosidad que encontraron los investigadores es que, aunque se alimentan de carne, su miel sigue siendo dulce y comestible. "Almacenan la carne en cámaras especiales que se sellan durante dos semanas antes de acceder a ella, y estas cámaras están separadas de donde se almacena la miel", dijo Maccaro.