Organizaciones feministas le pidieron este jueves a las autoridades del Consejo de la Magistratura que avancen con el proceso que se sigue contra el juez de la Cámara Federal de Casación Juan Carlos Gemignani, denunciado en marzo pasado por haber enviado a un chat que compartía con sus colegas una serie de mensajes misóginos.

En el Día Internacional de Eliminación de la Violencia contra la mujer, referentes de la Asociación de Abogadas Feministas (ABOFEM) y del Proyecto Generar se entrevistaron con el presidente del Consejo de la Magistratura, Diego Molea, la diputada del Frente de Todos Vanesa Siley y la senadora radical Silvia Giacoppo para expresarle su preocupación por la falta de avances en la investigación sobre la conducta del integrante de la Sala III de la Cámara Federal de Casación, el máximo tribunal penal del país.

En una carta que recibió Molea, las referentes solicitaron que se le “imprima celeridad” al proceso. De hecho, fue el propio Molea quien denunció a Gemignani después de que el 8 de marzo pasado se despachara con una serie de mensajes que arrancaban con un “feliz día especialmente para las delincuentes” mientras sus colegas participaban de una jornada virtual por el día de la mujer trabajadora.

En la nota, las organizaciones recordaban que Gemignani está denunciado por expresiones agraviantes que no pueden ser toleradas, especialmente en el caso de un magistrado, y que ya había sido denunciado en 2016 y sancionado tres años después por haber ordenado detener a una secretaria del tribunal que, según él, no acató una orden. Según ABOFEM y Proyecto Generar, a Gemignani no se le puso aplicar la sanción --una quita del sueldo-- porque el trámite está cajoneado en la Corte, lo que demostraría el desinterés de los supremos a la hora de pronunciarse sobre cuestiones que hacen a la violencia de género en el Poder Judicial.

En el Consejo también apuntan, como publicó este diario, hacia la Corte por la demora a la hora de resolver la apelación que presentó hace dos años Gemignani al proceso que se siguió a su contra después de la detención de María Amelia Expucci y sostienen que la actual investigación avanza. El dato relevante de la reunión de este jueves fue la presencia de Giacoppo, que integra el bloque opositor en el Consejo.

Las dos juezas mujeres que integran la Cámara Federal de Casación, Ana Figueroa y Ángela Ledesma, declararon en contra del juez. Figueroa relató una larga serie de episodios violentos que lo tuvieron como protagonista: un portazo que hizo volar por los aires las bisagras, una reunión que terminó con una jueza descompensada por los alaridos de Gemignani, otra en la que terminó otra magistrada llorando y la detención de la secretaria en 2016.

Ledesma, por su parte, presentó su declaración por escrito. Según pudo saber este diario, la camarista dijo que las expresiones del juez eran impropias no solo contra sus colegas, contra las mujeres en general y en particular con aquellas a quien él debe juzgar. Como Figueroa, Ledesma sostuvo que las manifestaciones de Gemignani eran contrarias a lo que establecen los tratados de derechos humanos.

Gemignani intentó --sin éxito-- frenar la investigación con un amparo presentado ante la justicia. En particular, el camarista manifestó su rechazo por una encuesta que se realizó entre trabajadoras y trabajadoras de la Casación para determinar si el juez incurrió en otras actitudes violentas. El auditor que estuvo a cargo del estudio denunció que Gemignani lo increpó cuando se lo cruzó en un aeropuerto.

El escándalo de los mensajes de Gemignani escaló más allá de los tribunales de ComodoroPy. Sus expresiones fueron rechazadas por el presidente Alberto Fernández, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad Elizabeth Gómez Alcorta y por los gremios judiciales, incluida también la colectiva de trabajadoras de Comodoro Py. La Asociación de Mujeres Jueces de la Argentina (AMJA) incluso se plegó al pedido de Figueroa y Ledesma para que el presidente de la Casación, Gustavo Hornos, certificara el chat. En esa oportunidad, Gemignani les advirtió a sus colegas que, de hacerlo, podría accionar legalmente contra ellos.