“¡No voy a renunciar!”, bramó Michel Temer ante las cámaras de TV esta tarde, en medio del escándalo por la filtración de los audios en los que aparece avalando el pago de coimas. Su negativa a dimitir, en medio de una grave crisis económica y social y con su imagen por el piso motorizó las protestas en las calles de las ciudades más importantes de Brasil, bajo la consigna “Fora Temer”.
En Río de Janeiro, Brasilia, San Pablo, Porto Alegre, Belo Horizonte y Salvador los manifestantes también gritaron “Diretas Ja”, pidiendo la convocatoria de elecciones anticipadas, iniciativa que debatirá el próximo martes la Cámara de Diputados.
Casi al mismo tiempo en que cientos de miles de manifestantes salieron a las calles de las principales ciudades de Brasil se difundieron los audios completos de las grabaciones que comprometen a Temer negociando el silencio de Eduardo Cunha, el ex presidente de la Cámara baja, que impulsó el golpe institucional contra Dilma Rousseff.
Mientras el Gobierno y el propio Temer se debilitan por el retiro del apoyo de sus aliados y la renuncia de los ministros de Cultura y de las Ciudades, la crisis política se trasladó a la economía donde el real se depreció un 6,2 por ciento y la Bolsa suspendió su actividad ante el derrumbe de las acciones de las principales empresas del país.