--¿Verlo preso sería reparatorio para vos?
--No tiene que ver con verlo preso a él. Ni siquiera es una imagen en la que me detengo. Tiene que ver, sobre todo, con que finalmente haya un juicio en el que el juez pueda decir: “Sí, es culpable” --dice Thelma Fardín a Página 12 a dos días del inicio del debate oral por abuso sexual contra Juan Darthés en Brasil, donde el actor se radicó desde 2018 para evitar ser detenido. Está previsto que el juicio empiece el martes, 30 de noviembre, casi tres años después de que la joven actriz lo denunciara en Nicaragua, por hechos sucedidos en ese país, en un hotel, cuando ella tenía 16 años y él 45, y se encontraban en el último día de la gira latinoamericana de la serie infanto juvenil "Patito Feo" que se emitió en Canal 13.
Se espera que declare una decena de testigos ante los tribunales federales de San Pablo, por videoconferencia, desde la sede de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM), en Argentina. El veredicto podría demorar al menos uno o dos meses, a pesar de que se había informado que podría incluso conocerse el mismo día o al siguiente. El cambio se debe a que la justicia brasileña hizo lugar a un pedido de la defensa, para que una perito psicóloga de parte evalúe el testimonio de la actriz, con el objetivo de ponerlo una vez más en duda: el último manotazo de ahogado de Darthés.
“Nos piden que denunciemos, que vayamos a la Justicia: entonces es necesario que haya una respuesta que sea reparatoria”, dice Fardín, en una entrevista con este diario.
La cercanía del juicio, un momento tan esperado para ella, la siente en el cuerpo, con el cansancio acumulado de tres años de trabajo para que la causa avance.
Su denuncia --acompañada por el colectivo de Actrices Argentinas--, a mediados de diciembre de 2018, marcó un antes y un después para ella --que pasó a ocupar un lugar destacado como activista feminista-- y también para muchas mujeres que luego de escucharla se animaron a denunciar situaciones de abuso perpetradas por varones del entorno familiar, laboral, escolar, que habían mantenido silenciadas. Las redes sociales estallaron con una avalancha de relatos.
“Lo más importante es hacer algo con esa olla que destapamos. Yo no era consciente de hasta qué punto ni qué tan amplio era el problema. Cuando eso se hizo tangible y se me llenaron las redes de mensajes de mujeres contándome sus situaciones de abuso, me di cuenta de las limitaciones que pone la Justicia: eso es para mí lo más fuerte. Se nos somete a un proceso jurídico que por lo general es muy revictimizante. En esos mensajes que me llegan hay patrones comunes y falta de respuesta”, dice.
¿Cómo será el juicio?
La primera en declarar ese día será la denunciante. Luego los testigos; los últimos, podrían ser escuchados al día siguiente, el 1° de diciembre. Finalmente, si no se niega a declarar, hablará Darthés.
La causa fue remitida desde Nicaragua a Brasil, donde se inició una investigación criminal por abuso sexual en octubre de 2020. En abril de este año, el fiscal Andrey Borges de Mendonça decidió avanzar con el caso y presentó la denuncia formal. De esta manera, se sumó a lo investigado por la justicia nicaragüense, el Ministerio Público Fiscal argentino --que colaboró a través de la UFEM con la investigación llevada a cabo en Managua--, Interpol y los distintos peritos que intervinieron en la causa.
Todos estos actores, desde tres jurisdicciones diferentes, y en el marco de un complejo trámite de extradición y cooperación internacional, convalidaron la denuncia de Fardín y coincidieron en que el acusado debe ser sometido a un proceso penal en el cual se lo juzgue por los hechos denunciados.
Privilegios
Thelma Fardín dice que es “consciente” de los “privilegios” que tiene en el avance de su causa penal, a pesar de los obstáculos que tuvo que sortear: la posibilidad de una acompañamiento jurídico, del apoyo de organizaciones como Amnistía Internacional, de hablar ante un micrófono. Usa “esos privilegios” --destaca-- para “seguir amplificando un mensaje” contra la violencia sexual y la impunidad.
“Lo que es más complejo y a lo que hay que dar respuesta es a lo que pasa después: rompemos el silencio, logramos que las mujeres y las disidencias, incluso, algunos hombres, reconozcan las violencias a las que fuimos sometidos pero qué hacemos después de eso? ¿Solamente lo contamos?”, plantea.
--¿Cuando hablas de destapar la olla a qué te referís?
--En 2018 se dio el primer debate por el aborto legal, seguro y gratuito. Cuando empezamos a hablar de la maternidad deseada o no deseada también empezamos a hablar de la sexualidad deseada y la posibilidad de ejercer nuestro deseo, de decir no es no y nos ser avasalladas en nuestra decisión. Todo eso ese caldo de cultivo, que se estaba generando cuando yo aparezco con mi denuncia --acompañada por tantas mujeres-- tengo la sensación de que se destapa una olla y el sistema mismo no llegó a dar respuesta: En la noche de la denuncia pública y esas semanas que siguieron, las denuncias aumentaron un 1200 por ciento, un número inabarcable. En ese caldero enorme que se destapó hay un montó de aristas y una de las más angustiantes es el camino judicial. La sociedad dice: esperemos qué dice la Justicia. Y vas a la Justicia y ves que no solamente no dice nada --porque pueden pasar siete años sin que haya una respuesta-- sino que lo que va diciendo es revictimizante, siempre va poniendo en tela de juicio a la victima: “¿por qué denuncia a esta altura?”, “¿por qué no denunció antes?”. Las pericias psicológicas como en ningún otro delito se hacen a la víctima. Es impresionante lo que sucede en la Justicia, y el nivel de impunidad con el que se maneja y lo arcaico que es el sistema.
--¿Cómo pensás que la Justicia tiene que reformarse?
--Hay algo que es insólito: además de hacer el camino legal, de poner el cuerpo, de poner dinero incluso, porque sostener una causa judicial lleva dinero, y encima tenemos que estar señalando los fallos sexistas, revictimizantes. Hay una idea construida de que nos gusta estar en pie de guerra. La verdad que no. Hay energía y tiempo dedicado a eso que se lo restamos a otras ocupaciones, por ejemplo, a nuestra carrera profesional. Algunos piensan que nos divierte: y no, frente a la injusticia nos organizamos y tratamos de hacer algo.
El recorrido judicial
El caso se inició el 4 de diciembre de 2018, cuando Fardín presentó una denuncia por abuso sexual agravado contra Juan Rafael Pacífico Dabul --conocido como Juan Darthés--, ante la Unidad Especializada de Delitos contra la Violencia de Género del Ministerio Público de Nicaragua. Como consecuencia de la investigación realizada, el 2 de agosto de 2019, la fiscalía nicaragüense requirió al Juez de Distrito Penal de Audiencias de Managua la apertura del proceso penal contra Darthés, por considerarlo autor directo del delito de violación agravada.
El 17 de octubre de 2019, el Juzgado Décimo Distrito de lo Penal de Audiencia Circunscripción Managua, luego de haber evaluado la acusación y las pruebas ofrecidas, dispuso girar orden de detención y captura internacional contra el acusado. En función de ese pedido, el 14 de noviembre de 2019, Interpol emitió una notificación roja reservada que se encuentra vigente hasta hoy, con la finalidad de localizar y detener a Darthés con miras a su extradición.
Luego de la denuncia formulada por Fardín en Nicaragua, el actor se radicó en Brasil para evitar ser detenido y sometido al proceso penal. Darthés posee nacionalidad brasileña y, por mandato constitucional, ese país no extradita a sus nacionales. No obstante, el Ministerio Público Fiscal de Nicaragua presentó ante la Corte Suprema de Justicia una solicitud de extradición que fue admitida mediante sentencia del día 30 de septiembre de 2020. Diez días más tarde, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Nicaragua solicitó formalmente a la República Federativa de Brasil la extradición activa de Juan Rafael Pacífico Dabul. Si bien no era esperable que la extradición prosperara, dado el mandato constitucional brasileño, este paso fue fundamental para mantener la vigencia de la orden de captura internacional y la notificación roja de Interpol.
En simultáneo, a través de la Red Especializada en Género de la Asociación Iberoamericana de Ministerios Públicos, se presentó el caso ante la Procuraduría de la República Federativa de Brasil en San Pablo, que decidió iniciar un proceso de investigación criminal y exhortó a la Justicia Federal de Argentina para recolectar las pruebas que pudieran ser de utilidad.
Como resultado de esa investigación, el 6 de abril último el Ministerio Público Fiscal brasileño presentó ante el Juez Federal en lo Criminal de la Subsección Judicial de San Pablo una denuncia formal contra Juan Darthés, con la finalidad de que sea enjuiciado en Brasil, por los hechos perpetrados en Managua el 17 de mayo de 2009, en perjuicio de Thelma Fardin. El juez consideró que la acusación estaba lo suficientemente fundada como para avanzar en la realización del juicio, y fijó fecha para este martes, 30 de noviembre.